Más de 34.000 niños se han quedado este verano sin las becas comedor de la Comunidad de Madrid, una ayuda escolar para la alimentación de las familias con menos recursos y en situación de vulnerabilidad. 

Mientras las familias siguen luchando para llevarles un plato de comida a sus niñas y niños, tenemos que asistir a una absurda pelea en público entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central. El consejero de Educación de Ayuso asegura que llevan meses pidiendo al Gobierno central los nombres de los beneficiarios de estas ayudas para que no sean excluidos de la lista, el Ministerio de Seguridad Social responde que la Comunidad ya dispone de esa información, que corresponde a familias beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital. 

Un problema burocrático sumado al afán de la Comunidad de Madrid por politizarlo todo y acusar de todos los males al Gobierno central tienen un resultado desolador y sangrante: más de 34.000 niños han quedado excluidos de esta ayuda para la alimentación más vulnerable. 

Es una vergüenza que nos debería preocupar a todos los ciudadanos: EL HAMBRE NO DESCANSA EN AGOSTO. Cuando los centros educativos públicos están en su receso veraniego, muchísimas familias no pueden permitirse cuidadores, no tienen familiares o simplemente no tienen dinero suficiente para pagar la comida a sus hijas e hijos. 

No podemos ni debemos contemplar como un asunto tan grave queda reducido a una pelea política entre dos administraciones que deben hacer sólo una cosa: asumir su responsabilidad y cumplir con estas familias para que su derecho a estas becas comedor no se vea vulnerado cuando más lo necesitan. 

Por eso quiero dirigir esta petición a la Comunidad de Madrid y a la Asamblea de Madrid para que de una vez por todas cumplan con su palabra. Cuento con vuestra ayuda firmando y compartiendo esta petición para hacerlo posible.