Me llamo Catrina, resido en Las Palmas de Gran Canaria y tengo un hijo de 8 años con autismo severo no verbal, por suerte nuestro diagnóstico fue temprano y pudimos empezar a actuar cuanto antes.

En Canarias existe un sistema de apoyo de atención temprana hasta que podemos escolarizar a los niños; Daniel acudía a una terapia en el Hospital Militar una hora dos veces por semana. Por nuestra parte, tenemos que financiar el resto de terapias que necesita, que no son pocas, teniendo en cuenta que tiene un trastorno sensorial bastante grande. Hay muy pocas ayudas económicas, te dan unos mil euros al año por discapacidad y esta crece un poco si consigues la dependencia, pero tarda hasta más de dos años en llegar y con revisiones constantes .

Hasta los tres años, Daniel estuvo en distintos centros, intentamos que acudiera a una guardería, pero finalmente tuvimos que optar con un centro privado. A los seis años hay que escolarizarlos, y en Canarias, esto va de forma diferente; en la península tienen aulas TEA, aquí se llaman aulas en Clave; la diferencia está en que cualquier niño de entre 6 y 12 años, tenga la necesidad especial que tenga o algún apoyo educativo , puede acudir a esa clase y esto si el equipo TGD lo cree conveniente, si no , a un específico; en cambio, un aula TEA, está especializada en eso.

Una de las peores cosas, es que en el centro al que acude mi hijo, un colegio específico, ha tenido cuatro tutoras en tres años; la misma directora me dijo que no le daban plazas fijas a los docentes especializados, por eso cambiaban cada poco. Esto es algo que no puede permitirse, y más cuando solo tenemos dos centros específicos en toda Las Palmas de Gran Canaria, que nos permitan elegir su escolarización o simplemente la otorguen; además, durante tanto tiempo, solo le enseñan lo mismo, una rutina básica, debido a sus problemas de conducta ya que cada docente debe adaptarse a él y conseguir objetivos, ¿pretenden que hagan lo mismo hasta los 21 años? Además de que funcionan como cualquier centro ordinario, con horarios reducidos al inicio y final de curso, pero sin embargo, no hay recogida temprana, recogida tardía o campus de verano que puedan acudir y donde muchas familias tenemos que dejar de trabajar para encargarnos de nuestros hijos en la etapa de verano ya que tampoco es fácil acudir a otros .

Necesitamos más ayudas, con Daniel nos dejamos mucho dinero en terapias y diferentes apoyos, con la ayuda de la beca que te dan cubres apenas unos meses. También es necesario que implanten más personal docente especializado en los centros y que los hagan fijo, no pueden cambiar esta figura cada poco tiempo, es contraproducente para estos niños. Me importa poco si no aprende a sumar pero que al menos, que vaya contento al colegio y lo atiendan en función a sus necesidades cumpliendo objetivos, aunque sea a paso lento, siempre son adaptaciones. Es casi toda su vida metido en un centro donde necesita que vaya feliz ya que probablemente después de este centro tengamos menores recursos debido a su vida adulta. Necesitamos mejoras en el sistema ya. Las familias vamos unidas, pero he de decir que es realmente agotador . No nos vamos a rendir jamás.