La Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón queremos expresar nuestro completo rechazo y detener la construcción de la nueva estación de esquí (ampliación de la estación Aramón-Cerler) en uno de los últimos valles vírgenes que quedan a día de hoy en Los Pirineos. Hablamos de la destrucción del valle de Castanesa, una auténtica barbaridad que únicamente tiene fines especulativos de la empresa Aramón, quien lleva este proyecto adelante. Pero pese a ser un plan urbanístico declarado nulo por los tribunales hace años, en 2019, para nuestra sorpresa, salió de nuevo adelante. 

Esta estación de esquí va a generar un impacto ambiental irreversible. Están destruyendo un valle de altísimo valor patrimonial en el que priman los pastos, la ganadería, los paisajes de alta montaña, las pequeñas joyas arqueológicas, los restos paleontológicos… Toda esa riqueza y valor va a quedar completamente anulada con la implantación de una estación de esquí junto con sus consecuentes edificaciones urbanísticas. 

Hablamos de una obra absurda que, consideramos, no tiene ningún sentido. Hace 40 años no había suficiente nieve, a día de hoy, todavía menos. Es un proyecto que va a necesitar cantidades de nieve altísimas, por lo que van a tener que implantar algún sistema de innivación artificial. A día de hoy no han indicado cuánta cantidad de agua y de nieve serán necesarias. Pero hay algo que tampoco dicen y es de dónde van a sacar toda esa agua. Existen problemas de abastecimiento de agua en pueblos cercanos a esa zona y, si ya hay poca agua en la zona, si requieren de esas elevadas cantidades para este proyecto el impacto ambiental es aún mayor para el valle y sus alrededores. 

El Observatorio Pirenaico del Cambio Climático ya ha realizado numerosas estimaciones de cómo va a afectar el cambio climático a las estaciones de esquí actuales. La temperatura media en los Pirineos ha experimentado un claro aumento de 0,2°C por década y las precipitaciones han disminuido del orden del 2,5% por década en los últimos 50 años, así como el manto de nieve. Según las proyecciones realizadas se producirá un aumento medio de temperaturas en el Pirineo para 2030 de entre 1,0 y 2,7°C. Con respecto al espesor de nieve, en el Pirineo central y a 1800 metros de altura, el espesor medio de la nieve, podría disminuir a la mitad del actual en el año 2050. El propio observatorio ha anunciado que numerosas estaciones de esquí deberán reinventarse como estaciones de montaña si quieren subsistir. Pero Aramón, la empresa que está al mando de este proyecto, niega el cambio climático, por lo que van a destrozar un valle por algo que será inútil. 

Otro de los grandes problemas es que todo esto se está llevando a cabo con dinero público. Es una empresa privada con participación pública: el 50% pertenece al banco Ibercaja y el otro 50% al Gobierno de Aragón. Actualmente Aramón recibe dinero público a base de subvenciones y, además, es una empresa al borde de la quiebra, por lo que el resto del dinero, a corto o largo plazo, correrá a cargo de las arcas públicas debido a la deuda. Hablamos de 40 o 50 millones de euros por un proyecto que es un completo destrozo. 

Destrozan zonas de gran valor, niegan el cambio climático y sufragando con dinero público. ¿Cuál es el objetivo real de este proyecto? Todos los proyectos de estaciones de esquí tienen detrás un proyecto de edificación urbanística. Básicamente se busca la especulación urbanística para pegar el pelotazo y recoger el máximo de beneficios. No les importa si hay o no hay nieve, es una mera pantalla. 

Todos los pastos con los que están arrasando son privados, y como son privados y para quitarse a los dueños de en medio, lo declararon de interés general, lo que les da la ventaja de poder expropiarles sus propias tierras. Esto es algo que no se puede hacer porque se encuentra en proceso judicial. Hasta que no finalice el juicio no sabemos si es legal o no, pero no lo están respetando. Por tanto, queremos llevar esta situación ante las Cortes de Aragón. Es absolutamente necesaria la paralización de las obras en el Valle de Castanesa. Deben detenerse hasta conocer la sentencia judicial y si este proyecto es o no legal. Además, es fundamental que hagan una declaración de impacto ambiental que contemple el cambio climático sin negarlo.