Para la regeneración democrática se precisa transparencia, cambio de la ley electoral y una lucha decidida contra la corrupción. El bipartidismo se ha mostrado hasta la fecha hosco en todos estos temas. 

El bipartidismo se ha caracterizado por perpetuarse en el poder blindando su posición mediante una ley electoral como la de la Región de Murcia injusta que penaliza la proporcionalidad de forma abusiva. Con un mínimo del 5% para obtener representación y 5 circunscripciones que con la ley d’HOndt evita que alternativas puedan entrara en las instituciones, se vulnera el pluralismo político como valor superior del ordenamiento jurídico de acuerdo con nuestra Carta Magna.

Por supuesto, otra bandera del bipartidismo ha sido la opacidad en la gestión y cuando han hecho algún amago como la Ley de Transparencia ha sido excluyendo lo más importante, la Función Ética de los responsables y cargos políticos.

Finalmente, en materia de corrupción, a la hora de la verdad el único partido que ha luchado de forma decidida contra la corrupción ha sido UPyD que ha realizado la tarea de defender a la ciudadanía y que no ha hecho la Fiscalía. Querellas como la de Bankia, Rato, las preferentes y tantos casos de Cajas de Ahorros donde el bipartidismo había entrado a repartirse sillones y puestos son muestras de nuestros hechos y nuestro compromiso.

Por todo esto, la regeneración por parte de los dos grandes partidos no puede ser más que un postureo, disponen de demasiado interés en no cambiar nada. Para la regeneración lo importante son los hechos y en eso UPyD ha demostrado y mucho. Hechos son amores y no buenas razones.