Mas que en la regulación creo que la solución del problema del aborto pasa por un cambio de mentalidad, un cambio cultural. La actual mentalidad neocapitalista imperante prima el tener, el usar, el consumir, en detrimento del ser, del respetar, del compartir. Frente a esta realidad hay que impulsar la mentalidad, la cultura, que defienda el derecho a ser persona, a ser respetada, a ser apoyada. Y aqui es donde las instituciones deben hacer un esfuerzo en el ámbito preventivo, mediante la educación, la información y tambien tomando medidas como la implantación de una renta básica de ciudadanía que acaben con la incertidumbre de si una mujer o una pareja podrá sacar adelante esa criatura. 

Más que creer, me fío de lo que dice la ciencia y los últimos avances científicos: que desde el primer momento hay un ser vivo diferente, con toda su carga genética que le permite desarrollarse por si mismo bien en el seno de su madre, bien en el de otra persona como se está comprobando en el caso de los úteros o madres de alquiler.

Desgraciadamente, fruto del machismo y de la inhumanidad de muchos hombres, en muchas ocasiones la mujer se ve sola y sin apoyo a la hora de tener que tomar esa terrible decisión. Lo deseable es que la decision, en el caso de las parejas, sea compartida y que desde todos los ámbitos se pongan los medios necesarios para que ese nuevo ser pueda salir adelante.