UPyD y la deuda pública y privada
UPyD es un partido que hace propuestas serias y solventes. Propuestas que deben ser útiles para España y los españoles. Somos muy conscientes del elevado nivel de deuda pública y privada que tiene el país y de que la reforma del artículo 135 de la Constitución, donde se antepone a cualquier otro interés de los ciudadanos el pago de la deuda pública, ha sido un disparate. En determinadas condiciones y dentro de los marcos de negociación internacionales que existen, se puede, si es necesario, estudiar la posibilidad de una quita o una demora en el pago de la deuda. Aunque lo mejor es buscar otras vías de solución como los mecanismo que ha puesto en marcha el Banco Central Europeo o aun mejor una unión fiscal europea que no obliguen a austeridades que sólo pagan los que lo dan todo y benefician a los de siempre.
De todas formas, no olvidemos que la deuda pública está colocada entre millones de acreedores que nos han prestado el dinero y que no pagarles podría hacer imposible la financiación del Estado. Por tanto, hay que saber muy bien qué es lo que se hace, sin demagogías, ni falsas soluciones milagro.
Es cierto que los acreedores también tienen resposanbilidades ya que muchas veces han dado créditos (sobre todo a entidades financieras) que sabían eran dificlmente pagables porque los precios de los activos estaban hinchados. Hubo un momento, al inicio de la crisis que se pudo actuar de forma diferente, interviniendo las entidades financieras haciendo quitas y moras y evitando esos rescates. Ahora estamos pagando todos los españoles esos rescates banacarios.
Eso sí, es imprescindible que quienes nos han arruinado y han hecho que parte de la deuda privada sea pública no se vayan de rositas y acaben enjuiciados y devolviendo lo que se hayan llevado. Esa élite político económica que sólo pensaba en lo suyo debe ir, si hay delito, a la cárcel, y devolver lo que se han llevado y el resto asumir responsabilidades políticas. Por eso en UPyD hemos puesto la querella de Bankia, ya que el Estado (gobernado por la vieja política del PP y PSOE) en lugar de proteger a los ciudadanos ha protegido a los poderosos y ha querido que esas conductas quedaran impunes.
En definitiva, en principio, es mejor poder pagar las deudas, pero siempre haciendo recaer el peso principal sobre quienes más tienen y no sobre los más débiles (nuestra credibilidad como país va en ello). Ello exige saber negociar en Europa para lograr el objetivo de la unión fiscal y la asunción de responsabilidades de los acreedores. Esto es lo que no se ha sabido hacer bien nuestros gobernantes. Esto es una de las causas por las que vamos tan mal.
Por otra parte, medida, como la ley de segunda oportunidad para hacer quitas y moras en la deuda privada, fue una de nuestras principales propuestas en el año 2011, pero entonces nadie la apoyaba. Esa ley hubiera ayudado a reducir la deuda privada de las familias y a que los acreedores asumieran parte de su responsabilidad. Tambien es clave actuar desde el gasto público reduciendo el despilfarro político y luchar contra el fraude y la elusión fiscal.
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