Mi nombre es Raquel, acabo de cumplir 18 años y sufro problemas de salud mental desde 2015. A día de hoy diría que estoy viva gracias a mi psicóloga y a mi psiquiatra, y eso es porque en mi casa hacemos un esfuerzo económico para que yo pueda acudir a ambos especialistas. Creo que es necesario dar a la salud mental la importancia que merece, ¿cuándo será realmente accesible para todos?

Si tuviera una situación económica diferente ahora mismo podría estar muerta. La salud mental no debería de ser un lujo que tan solo unos pocos pueden pagar. Es necesario aumentar la financiación en el sistema de salud mental público para que todo el mundo pueda tener acceso a una correcta atención. 

Quiero aclarar que no infravaloro a los profesionales que trabajan en la seguridad social, me refiero a que el sistema sanitario público no tiene las suficientes fuentes de financiación y herramientas para ser eficiente y eficaz con sus pacientes. Normalmente se da cita cada cinco o seis meses y las sesiones son muy cortas. Además, las condiciones que tienen los psicólogos y psiquiatras no les permite dar el 100% de sí mismos porque tienen una sobre carga de trabajo increíble. 

Muchas veces escuchamos en las noticias que niños y niñas de 11 y 12 años se suicidan porque no tienen una correcta atención médica o porque no aguantan la presión hasta poder obtener la siguiente cita. Esto es algo que está pasando y deberíamos poder actuar al respecto. En general es impensable que esto pase con un tema grave de salud física como, por ejemplo, una operación de urgencia. Me hace pensar que no se está tomando la salud mental como un tema prioritario, siguen sin darle la atención que merece. 

Yo acudo al psicólogo porque tengo algo que médicamente llaman “ideas obsesivas” cuya característica más importante es su persistencia e intrusión descontrolada. Es algo que afecta a muchas personas, pero algunas tienen más capacidad de control que otras. En mi caso tenía pensamientos recurrentes sobre la capacidad de hacerme daño a mí misma. La propia idea en sí asusta tanto que puede llevar a problemas mayores como la depresión. Por eso es necesario tratar esto a tiempo. 

Como este hay otros problemas que cuestan mucho de identificar, no se visibilizan y normalmente se encuentran estigmatizados socialmente. Si no tratamos esto a tiempo incluso podría llegar a derivar en ideas suicidas. Hay que dejar de actuar después de que pasen las cosas y empezar a actuar para prevenirlas. Es necesario acabar con el estigma y los prejuicios que rodean a los problemas de salud mental. No deberíamos de sentir miedo o vergüenza a la hora de pedir ayuda profesional. 

Por todo esto, quiero reivindicar frente al Congreso de los Diputados que la salud mental debe ser un tema prioritario. Necesitamos un sistema accesible para todo el mundo para poder tratar los problemas lo antes posible y que no deriven en cosas peores como el suicidio. La gente está muriendo porque no tiene acceso a una correcta atención, cada vez son más los niños, niñas y adolescentes, ¿cuándo vamos a reaccionar? ¿a qué esperan los políticos para poner medidas?