Me llamo Raquel y vivo en Catalunya. Un día de 2018, volviendo del trabajo, me percaté de que me salía líquido del pezón, así que decidí pedir cita para visitarme con mi médico de cabecera. Una vez me palpó, enseguida me detectó un bultito y decidió derivarme al hospital para que me hicieran las pruebas diagnósticas pertinentes en relación con la detección del cáncer de mama. Me hicieron una ecografía mamaria, una mamografía y una biopsia. Finalmente, me informaron que efectivamente tenía un tumor de un poco menos de 3 cm en el pecho y que padecía cáncer de mama. También me detectaron bultitos detrás del esternón.

Decidieron empezar a tratarme con quimioterapia con la finalidad de reducir los tumores y así fue. Los bultitos del esternón desaparecieron y el de la mama redujo considerablemente, así que en la intervención quirúrgica no tuvieron que quitarme la mama entera; solo me quitaron el tumor y dos ganglios axilares que estaban también afectados. Después de la operación, me sometieron a unas cuantas sesiones de radioterapia. Una vez superados estos tres pasos, empecé a con un tratamiento hormonal que tendré que seguir durante cinco años.

Cuando me detectaron el cáncer yo estaba en lista de espera para hacerme una fecundación in Vitro mediante la Seguridad Social después de muchos años de intentar quedarme embarazada. Cuando me dieron el diagnóstico, le expliqué la situación a mi médico que consideró que no tenía que preocuparme, que cuando empezara con los tratamientos comentara este aspecto a los profesionales que me trataran para que me pudieran hacer una congelación de óvulos. Aun así, cuando lo hice, la doctora consideró que se tenía que empezar tan pronto como fuera posible con la quimioterapia y que no me podía permitir someterme al proceso en cuestión. Cuando me operaron me cambiaron de doctora y esta última, después de explicarle la situación, comentó que podrían haberlo hecho considerando que, según su opinión, empezar con el tratamiento no era tan urgente.

En estos momentos he paralizado temporalmente el tratamiento hormonal para intentar encontrar alguna vía para quedarme embarazada. Naturalmente, estoy imposibilitada y económicamente no me puedo permitir pagar un tratamiento privado. Tengo la sensación de que, si hubiera unos protocolos definidos para dar respuesta al efecto secundario de la infertilidad derivado de la quimioterapia y actuar con anticipación, los médicos que me trataron no se hubieran contradicho y a lo mejor, mediante la congelación de óvulos, estaría empezando con un proceso efectivo para quedarme embarazada. Aunque me vino la regla hace poco, ya me han avisado de que seguramente en octubre tendré que retomar el tratamiento hormonal que conlleva la menopausia.

Es por todo lo presentado que me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta: ¿Por qué además de mejorar la inversión en investigación no se establece un protocolo concreto en relación con dar solución a la posible infertilidad derivada de la quimioterapia?