Hola Matías

Desde hace meses, y de forma muy intensa durante estos días de campaña electoral, hemos visto como partidos y instituciones que están en contra de la independencia de Catalunya utilizan el discurso del miedo con finalidades electorales. Durante los últimos tiempos hemos visto ejemplos de recentralización (suspensión del decreto de pobreza energética de la Generalitat), ejemplos de amenazas (reforma de la Ley del Tribunal Constitucional) y estas últimas semanas toca el discurso del miedo (pensiones, economía, corralito, etc.).

Estar en contra de que Catalunya sea un estado y desear que Catalunya siga formando parte de España es totalmente legítimo y respetable, de hecho las elecciones del 27S se han convocado precisamente para qué todos los catalanes puedan expresarse democráticamente en relación al futuro político de Catalunya. Lo que no es aceptable es que en vez de debatir con argumentos y con propuestas, los contrarios a que Catalunya sea un estado se hayan abonado por completo a este discurso del miedo. En realidad, el discurso del miedo no es nada más que la constatación de que no tienen ni propuestas ni proyecto para Catalunya.

En vez de ofrecer a los catalanes un proyecto atractivo en común (como hizo el Reino Unido el año pasado en el referéndum escocés), su único discurso es el del miedo y el de las amenazas. Aquí vemos la diferencia entre una democracia consolidada como la británica y una democracia de baja calidad como la española. El día 27 la gente de Catalunya va a tener la oportunidad de responder a este discurso del miedo con la ilusión, la esperanza y con mucha democracia.

Un saludo!