Hola. Me llamo Rocío, tengo 21 años y quiero visibilizar la salud mental, en general, para que se creen más recursos para tratar y prevenir posibles afecciones. 

He convivido con problemas de Salud Mental gran parte de mi vida, tal vez más tiempo del que realmente recuerdo, a los 15 años me diagnosticaron TLP (Trastorno Limite de la Personalidad).

Al principio era todo como un juego, hacer el ‘loco’, hacía a la gente reír y no me daba cuenta de que solo alimentaba un mundo fantasioso e irreal en el que podía hacer lo que quisiera sin repercusión alguna. Supongo que cuando empezó el curso y me vi incapaz de ir a clase, llorando cada día, mirándome al espejo y odiando lo que veía, dejando de comer, de dormir, de disfrutar y sintiéndome con mucho dolor emocional -solo sentía que me desahogaba autolesionándome- fue cuando me di cuenta. Recuerdo que le pedí a mi madre ir al psiquiatra. Mi primera cita fue el 31 de Octubre de 2015.

Mi paso por el mundo de la salud mental está siento largo, pero no por eso siento que sea malo o un fracaso. Ahora mismo acudo a terapia porque sé que me ayuda a llevar la vida más fácil. Es un lugar seguro en el que puedo contar lo que siento sin miedo y sé que siempre va a tratar de llevarme por el mejor camino posible. 

Comencé con psicoterapia individual una vez por semana, pero no surtía efecto. Tuve que ser hospitalizada en una unidad psiquiátrica de adolescentes y de allí me dieron el alta a un Hospital de Día. Para quien no lo sepa, los Hospitales de Día son instituciones donde los pacientes/usuarios asisten una media de 8 horas al día. Para mí era como un instituto, pero en vez de dar Lengua, Matemáticas… teníamos terapias grupales  diferentes para aprender a gestionar nuestras emociones, habilidades sociales, expresión corporal, etc.  Además comes allí. 

Estuve aproximadamente 2 años en el Hospital de Día. Al darme el alta me propusieron empezar a ir a una terapia grupal con otros pacientes que, como yo, ya habían recibido el alta porque nos había funcionado muy bien este tipo de terapia,  pero únicamente una vez por semana y de manera ambulatoria. No pude estar mucho tiempo porque también estaba en una etapa en la que debía priorizar mi incorporación académica tras 3 años sin poder estudiar, así que continué simplemente con terapia individual ambulatoria. Al principio iba todas las semanas, luego cada dos, y ahora ya voy cuando lo necesito o simplemente por control. Aunque reconozco que he tenido mucha suerte por poder permitírtelo económicamente ya que todo ha sido por Sanidad Privada.

Desde el diagnóstico, mi vida ha cambiado completamente. Si no fuese por la terapia, la medicación, los profesionales, etc, no habría podido avanzar en mi vida. La terapia me ha otorgado recursos para poder enfrentarme al día a día, a todas las emociones que, con TLP y siendo PAS (Persona Altamente Sensible), suelen agravarse.

A nivel social siento incomprensión por la gente que no entiende lo que es realmente una afección mental, que te trata con desprecio y se burla de ti o ataca cosas que saben que a ti te afectan más que al resto, como incitarte a hacerte daño, meterse con tus inseguridades, etc. Aún así, prefiero quedarme con lo bueno que me ha dado, mucho amor y empatía de mucha gente que tal vez no me conocía de nada, solo sabía que me encontraba mal y me brindaban su comprensión y apoyo.

Me gustaría que la gente comprendiese, que, a menudo, las acciones de las personas con afecciones mentales no son intencionadas. Muchas veces la gente se enfada y piensa que actúas con malicia. No comprendería porqué a alguien debería molestarle una patología. A nadie le molesta si otra persona tiene un resfriado, una pierna rota o apendicitis. ¿Por qué tendría que molestarte la patología de otra persona? Entiendo que puede haber comportamientos que no te agraden, pero se debe entender que no es su intención molestar, muchas veces no pueden controlarse.

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para la salud mental. 

Creo que es realmente importante que el mensaje cale. No nos servirá de nada una Ley para prevenir el Suicidio si no se aumentan los profesionales, ni que aumenten los profesionales si sigue habiendo tabúes y la gente no es apoyada a buscar ayuda o tiene miedo por los prejuicios propios y del resto. Lo realmente importante es que la gente empiece a hablar de salud mental, que se eduque desde pequeños sobre los sentimientos y la forma de manejar las emociones. Cuando todo el mundo busque lo mismo y todos luchemos por ello, al Gobierno no le quedará otra opción que tomarnos en cuenta.

Quiero que todo el mundo sepa que las patologías mentales tienen tratamiento, no hay casos perdidos, no perdáis la esperanza, eliminad toda información no profesional porque solo confunde. No tengáis miedo de pedir ayuda, si un terapeuta no os convence seguid buscando hasta dar con el adecuado. Recordad que hasta después de la peor tormenta llega la calma.

Yo pregunto, ¿cuánto vale la empatía? Nos educan para ser empáticos, ayudar al prójimo, no ser tacaños, compartir, etc, pero no se predica con el ejemplo. Realmente pido a los Diputados que nos den recursos, pero sin subir impuestos. Creo que así seremos todos mejores personas si demostráis que vosotros también podéis prescindir de caprichos para ayudarnos.