El poder judicial debe amparar la libertad de expresión no limitar su ejercicio.
Buenas tardes David fórmulas tan bien la pregunta que en ella planteas todos los temas que entran a debate, desde luego que rechazo la Sentencia de la Audiencia Nacional, que creo que es injustificable en un Estado de Derecho cuya Constitución reconoce como un derecho fundamental la libertad de expresion, libertad que como derecho fundamental tiene incluso una protección privilegiada mediante el recurso de amparo ante el Tribunal Cosntitucional, por lo que no deja de ser contradictoria y sin sentido esta Sentencia. Una sentencia como esta no debería tener cabida en nuestro sistema judicial, bajo mi punto de vista.
Dicho esto, tampoco creo que tengamos que ir al polo opuesto de encumbrar este tipo de manifestaciones, en las que se insulta y amenaza sin piedad, en las que se desprecia al ser humano sin control y se despedaza porque sí a las personas, y no me refiero al caso concreto, creo que hay expresiones que por el odio que derrochan y el desprecio a las personas que rezuman son "humanamente" injustificables, independientemente de quien vengan ( recuerdo esos Twitter sobre la persona de Bimba Bosé nada más morir), el debate sobre la ética y el derecho y la diferencia entre ambos, creo que sería muy aplicable a este supuesto.
La libertad de expresión es una necesidad y una libertad esencial, que no debe ser limitada ni por el legislador, como ha ocurrido con la Ley Mordaza, ni por los jueces, como ha ocurrido ahora con la Sentencia de la Audiencia Nacional; pero creo que debemos ser capaces de educar a las personas en el respeto a los demás y tener en ocasiones un poco de corazón.
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La libertad se expresión está en entredicho. Sentencias como la de Cassandra, un año de cárcel por un chiste en Twitter sobre Carrero Blanco, suponen un aviso a navegantes para los "creadores de opinión".
Es cierto que, sobre todo en las redes sociales y amparadas por el anonimato, se dan situaciones verdaderamente deleznables.
Muchas con trasfondo político pero otras tantas con carácter xenófobo, machista, etc. Pero, ¿dónde acaba la opinión o la sátira y comienza el derecho al honor, el insulto o el enaltecimiento de la violencia? ¿Se debería considerar y graduar de la misma manera un comentario de mal gusto, sobre un alto cargo de un gobierno fascista, fallecido hace cuarenta años, que sobre personajes de nuestra actualidad como Bimba Bosé? O dichos personajes, por el mero hecho de ser públicos, pueden ser considerados objeto de sátira sin límite por los demás? ¿Son proporcionales los tipos penales que se aplican a estas situaciones, cuando estamos acostumbrados a ver sentencias, vamos a llamar benévolas, en otros muchos ámbitos y personajes? ¿Dónde termina la justicia y comienza la "caza de brujas"?
Difícil debate del que me gustaría saber tú opinión.
GRACIAS