Pregunta para Asamblea de Madrid
Al Gobierno le interesa que el pueblo Gitano seamos el parásito de la sociedad
Me llamo Rocío Losada, tengo 29 años, vivo en Madrid y soy gitana.
En febrero de 2020 empecé un proyecto en Instagram llamado gypsy_project que nace por la necesidad de defenderse, de ver tanta manipulación mediática en contra de nosotros. Empecé a investigar mis raíces porque desde mi pueblo también se han tapado mucho las cosas. He ido indagando y aprendiendo mucho, lo que me ha permitido ver las cosas desde otro prisma. El objetivo del proyecto es visibilizar que cualquier persona que está delante de ti puede ser gitana, porque quizás, en ocasiones, por no notarse ese estereotipo físico no sabes que estás frente a una persona gitana. Muestro la realidad, la cara buena y la cara mala porque como cualquier etnia tenemos nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas. Quiero visibilizar la realidad de nuestro pueblo y que se quiten todos los estigmas que recaen sobre nosotros como que todos somos unos ladrones o narcotraficantes.
No hay que generalizar, hay que escucharnos más porque además tenemos valores muy buenos. Aprender del otro, hacer escucha activa y aprender de tu propia cultura. Es decir, hay que relativizar, escuchar al otro y deconstruir. El activismo antirracista se basa en ello, practicar la empatía. Sin embargo, yo he sufrido discriminación sobre todo en la etapa del instituto. Aunque en primera persona no me han dicho comentarios porque quizás no cumplo con el estereotipo físico de mujer gitana yo he estado ahí cuando he escuchado comentarios racistas, y me ofende de la misma manera que si me los estuviesen diciendo directamente. Hay mucha manipulación mediática, y al Gobierno le interesa que seamos los parásitos de la sociedad, la última opción, los renegados. Hay mucha hipocresía, y no podemos olvidar que la gente gitana somos los que más índice demográfico aportarnos al país. España es un país envejecido, y dentro de 40 años la mayoría de población va a ser gitana y racializada.
La falta de conocimientos dentro de nuestra propia comunidad está haciendo que a su vez haya una división dentro nuestro pueblo. Me da mucha envidia el activismo afro porque todo el mundo sabe de dónde viene, sus orígenes, su idioma, sus costumbres… Sin embargo, en el pueblo gitano eso no sucede. Yo estoy investigando por mi propia cuenta para contactarme con mi cultura gitana y he descubierto que los gitanos, romaníes, cíngaro o rom somos una comunidad o etnia originaria de la India que data de los reinos medios de la India, con rasgos culturales comunes, pero enormes diferencias entre sus subgrupos. Estudios genéticos demuestran el origen de nuestro ADN en el subcontinente indio.
No obstante, el pueblo gitano lleva sufriendo la discriminación desde hace muchos siglos. En el siglo XVI con el reinado de los Reyes Católicos, fue en aumento una ola de odio y persecución comparable solamente con el antijudaísmo. El gitano español es el gitano que más gitaniedad ha perdido en el mundo. No sabemos hablar nuestro idioma oficial porque con el reinado de los Reyes Católicos si te escuchaban hablarlo te cortaban la lengua y las orejas y, además, teníamos que estar siempre bajo la tutela de un noble español. A partir del descubrimiento de América en 1492, que estábamos esparcidos por toda Europa había miles de leyes antigitanas. Fuimos perseguidos, castigados, marginados, expulsados, esclavizados, o simplemente, exterminados.
En España la situación no fue muy diferente. En el siglo XX las familias gitanas asentadas en las ciudades españolas, más obligados que por su propia voluntad, comenzaron a cubrir el espacio económico en la agricultura y ganadería. Los gitanos se convirtieron por méritos propios en los abastecedores de ganado tanto de los terratenientes como de los pequeños propietarios agrícolas. De hecho, durante un siglo, del 1850-1950, los gitanos fueron imprescindibles en la economía agrícola y ello trajo consigo, por primera vez, el reconocimiento y respeto. Los gitanos no solo destacaron en esa época por la agricultura, muchos de ellos también fueron herreros, a los que se les debe una parte fundamental de la herrería artística andaluza y de otras regiones de España. Sin embargo, en los años 50, se produjo una transformación en la industria de la agricultura que de nuevo dejó al pueblo gitano fuera, dejándonos fuera del sistema productivo. Nuestros oficios y habilidades ya no eran necesarios. La incorporación de la maquinaria de agricultura nos marginó. Los gitanos nos vimos arrastrados por la industrialización y modernización de las estructuras productivas que trajo consigo nuevos comportamientos sociales, por lo que a medida que empezamos a competir por los puestos de trabajo comunes a los demás y empezamos a convivir con los no gitanos nos encontramos con el rechazo de una sociedad que no nos aceptaba. Durante la dictadura franquista este desprecio y discriminación fue en aumento.
Ir descubriendo mis raíces me están sirviendo para saber quien soy y lo que quiero. El respeto es la base, tanto dentro de nuestra etnia como fuera. Es por ello, que dentro del proyecto he realizado diferentes secciones, por ejemplo, una de ellas se llama “La generación del cambio” que son chicas gitanas que han decidido estudiar. Las mujeres gitanas, sufrimos una doble discriminación, es importante visibilizarlo y algunas no quieren seguir con las tradiciones gitanas. Esto también debe respetarse por nuestro pueblo. Yo me he criado con las tradiciones del pueblo gitano, pero a su vez me ha gustado ser yo misma, todo lo que he hecho ha sido por una decisión mía. Todo lo que he realizado ha sido porque yo he querido, y en la actualidad, a mis 29 años he decidido romper con lo que se espera de una mujer gitana. No tengo hijos y estoy estudiando.
Es por todo lo expuesto, por mi propia experiencia personal que me gustaría exigir y pedir que se rompan con todos los estigmas que generan discriminación y racismo hacia el pueblo gitano, que se vele por los Derechos Humanos, se regulen las leyes de extranjería y que se incluya el antigitanismo en las leyes de delito de odio. Para terminar con ello, es importante eliminar todo el desconocimiento que hay sobre los gitanos y que se sepa más sobre nuestras raíces, para conseguir de esta manera que haya una unión y respeto.