Mi nombre es Rossy Pacheco, soy estudiante de derecho en la Universidad Tecnológica del Chocó y activista afro feminista que busca fomentar la participación de las mujeres en todos los escenarios, pero especialmente en política.

Aunque ahora me encuentro en Quibdó, fui criada en Unguía, un pueblo que casi no cuenta con fluido eléctrico, donde los niños pueden pasar más de medio año sin profesor de matemáticas y en el que muy rara vez hay internet.

Mi vida cambió cuando llegué a Quibdó y tuve acceso a todas estas herramientas que muchos dan por sentado y es allí cuando empecé mi camino como activista por la educación ya que el estudio permite cambiar la vida no solo de los chicos sino de sus familias, y del departamento entero.

Durante mi tiempo como promotora de la educación, me he dado cuenta de que hace falta una política diferencial en educación que reconozca las dinámicas históricas de nuestro territorio. Por ejemplo, la falta de institucionalidad ha generado que pruebas nacionales, como las Saber 11, solo logran que nuestros chicos pierdan oportunidades pues muchos de ellos no entienden el vocabulario manejado como quizá lo haría un chico de una ciudad más grande.

Aunque todos en el departamento enfrentamos desafíos, las niñas tienen muchos más. Desde las muchas iniciativas que he creado y en las que he apoyado, he notado como hay estereotipos que apartan a las niñas de ciertas carreras u oficios y que ellas simplemente ya no tienen interés en la participación en varios escenarios de la sociedad.

Por ejemplo, en los colegios es muy raro que las niñas tomen posturas sobre política o que digan que quieren ser diputadas o alcaldesas, y al preguntarles el porqué de esto la respuesta es contundente: Nunca nos han enseñado a ser parte.

Chocó es un departamento hermoso y de gente resiliente, pero, lastimosamente, es un departamento machista en el que la representación femenina es casi nula. Nuestras niñas crecen sin ver modelos a seguir y con miedo a cambiar lo que ya está.

Estoy haciendo proyectos para cambiar esto, quiero llevar a un grupo de niñas a la Asamblea Departamental para que se empoderen y vean que pueden transformar las cosas, pero necesitamos que desde la institucionalidad del Estado se demuestre a estás chicas que ellas pueden ser lo que quieran ser, incluso si eso significa apuntar a un liderazgo político.

Por eso, te pido qué me ayudes firmando y compartiendo esta petición en osoigo.com para que ninguna niña del Chocó se sienta relegada a ser lo que les toca, sino que desde pequeñas les demostremos y las enseñemos a alcanzar su máximo potencial, para ser quien ellas quieran.