Hola, soy Rubén Sánchez, pertenezco a la clase obrera y tras 26 años trabajando y cotizando, soy mileurista. Tengo dos hijas y en unos meses nacerá la tercera. Mi mujer es maestra y tenemos que subsistir con sueldos mileuristas y luchando contra una conciliación familiar dificilísima en estos momentos. Y por supuesto, ni hablar de irnos de vacaciones todos los años o de la posibilidad de disfrutar la vida y retirarme con una pensión digna. 

Honestamente, ganaba más antes de la Reforma Laboral en 2008, la cual hizo que todos los trabajadores de la clase media perdiéramos poder adquisitivo. El Gobierno está publicitando la subida a 1.000€ el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), pero se queda muy lejos de la recomendación de la Carta Social Europea, que ronda los 1.222€, al igual que las pensiones. Trabajamos toda una vida para acabar cobrando una miseria y tener que hacer malabares para poder sobrevivir.

Parece que con que tengamos para comer y pagar la luz ya tenemos suficiente. Pero los políticos, diputados, ministros… tienen sueldos suficientes para poder permitirse ir de vacaciones. La clase obrera necesitamos no solo poder comer si no disfrutar de la vida, lo cual es imposible con los salarios tan ridículos que tenemos a día de hoy. Además, la inflación y el IPC siguen subiendo al igual que la electricidad. Los trabajadores estamos sufriendo muchísimo y tenemos que coger la calculadora para poder llegar a fin de mes. 

Se están celebrando muchas cosas, pero se podrían hacer muchísimas más. La no derogación de la Reforma Laboral está provocando un aumento de despidos porque las empresas pueden cerrar sin demostrar pérdidas. La clase trabajadora, los jóvenes pensionistas que no han podido cotizar y no pueden trabajar, se han tenido que jubilar sin que nadie les ayude y cobrar pensiones ridículas. Y mientras están saliendo partidas de millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado para armamento, pero no se están subiendo las pensiones no contributivas. Hay gente que no puede ni tener hijos, ni pagar una hipoteca, ni tener una vida normal como todos los demás. 

Mi situación también es la de muchísimos españoles y esta tiene que cambiar. Desde las instituciones tienen que luchar por el bien de la ciudadanía, por ello quiero dirigirme a los miembros del Congreso de los Diputados. Es fundamental que haya una subida del SMI haciendo caso a las recomendaciones de la Carta Social Europea. Lo mismo sucede tanto con las pensiones contributivas como con las no contributivas. Una subida de las pensiones y de los salarios nos cambiaría la vida a mucha gente. También es necesario trabajar en los precios, la inflación y el IPC. A la clase obrera nos está costando mucho salir adelante. Queremos vivir, no sobrevivir.