Pregunta para Congreso de los diputados
Muchos espacios de ocio y cultura siguen sin ser accesibles para las personas con movilidad reducida. ¿Hasta cuándo se seguirá permitiendo esto? ¡Ocio inclusivo y accesible ya!
Mi nombre es Salma y junto con mi amiga Adriana queremos, a través de esta campaña, reivindicar y denunciar la falta de accesibilidad en los espacios culturales y de ocio que sigue existiendo en nuestro país y por la que se ven afectadas las personas con movilidad reducida.
Nuestra reivindicación parte de una experiencia personal que vivimos hace unas semanas. Le regalamos a Adriana las entradas para ir a ver un concierto de una artista que le encanta en Madrid, a la que teníamos muchas ganas de ver e íbamos juntas, pero al que, finalmente, no podremos asistir, ya que la sala no está adaptada correctamente. Las únicas soluciones que nos han dado, ante esta falta de accesibilidad, es bajarla a pulso o devolvernos el dinero y ninguna de estas dos opciones son válidas o satisface las necesidades de Adriana como espectadora con movilidad reducida. De hecho, que nos propongan bajar a Adriana a pulso, es cuanto menos, denigrante e irrespetuoso, especialmente si se tiene en cuenta que esta sala (como muchas otras) no cuenta con salidas de emergencia adaptadas. ¿Si hay una emergencia, qué hacemos? ¿Nos quedamos ahí y ya? Básicamente, nos están pidiendo que para poder disfrutar de la cultura y de la música en directo pongamos en riesgo nuestra seguridad.
Por otro lado, la devolución del dinero tampoco puede considerarse una solución. No soluciona nada, de hecho, nos da exactamente igual. Nosotras, al igual que otras muchas personas que se han visto envueltas en una situación similar, lo que queremos es que se le dé la gravedad e importancia que merecen este tipo de situaciones y crear consciencia de que no se puede permitir que esto siga sucediendo a día de hoy. Si una sala no está adaptada para personas con movilidad reducida no debería poder estar funcionando. Todos los lugares de ocio y cultura han de estar adaptado para todos.
Ante esta situación, sentimos rabia, impotencia y tristeza, pero no por ello vamos a quedarnos en silencio. Son muchas las discriminaciones y situaciones de exclusión que Adriana ha de vivir a diario. Tiene 23 años y a pesar de ser dependiente al 100%, no es distinta a cualquier otra joven de su edad. Le gusta salir, pasar tiempo con sus amigas, ir a conciertos, enamorarse y seguir estudiando. Esta vivencia que acabamos de contar, junto con ejemplos como que Adriana no pueda estudiar el grado que le gusta porque “no podría aprobar con su movilidad”, nos hace tener que pararnos a reflexionar cómo el único problema al que realmente se enfrenta Adriana es la sociedad, la cual la infantiliza y no está adaptada a personas como ella. Una sociedad en la que para ir a un concierto tenemos que mirar siempre si cuenta con un espacio adaptado y para una vez que nos olvidamos, no vamos a poder asistir.
Queremos que nuestra experiencia sirva de denuncia para todas aquellas situaciones en las que se excluye o se discrimina a personas con movilidad reducida y discapacidad. Y queremos que, aunque no podamos a ir a este concierto, nadie más después de nosotras tenga que quedarse sin ir a uno.
Por ello, con todo lo aquí plasmado, queremos dirigir esta campaña a los representantes del Congreso de los Diputados para que nos escuchen y tomen cartas en el asunto. Todo el mundo merece sentirse incluido en la cultura y todo el mundo ha de tener derecho a disfrutar de su ocio y tiempo libre como cualquier otra persona.
Pedimos desde aquí la máxima difusión y apoyo a esta campaña. ¡Gracias!