Me llamo Sandra y vivo a la Comunidad de Madrid. A finales de octubre de 2016 me noté un bulto en el pecho. Por casualidad, tenía cita agendada tres días más tarde con mi médica de cabecera. Cuando acudí a la consulta, le comenté este aspecto. Ella me pidió vez para hacerme una ecografía mamaria a finales de diciembre. Finalmente me la pudieron adelantar y me la hicieron a principios de diciembre. Después de ver los resultados de la prueba en cuestión, los médicos consideraron que necesitaba hacerme, también, una mamografía, y me la programaron para el 17 de enero. Una vez hecha, me hicieron una biopsia y después de un mes tuve los resultados. Padecía un carcinoma intraductal in situ her2 positivo y hormonal.

Con el diagnóstico, decidí cambiarme de hospital y pasarme al 12 de octubre. Antes de empezar con los tratamientos, me propusieron hacer una conservación de óvulos. La hice y entonces empecé con la quimioterapia destinada a reducir el tamaño del tumor. Me hicieron seis sesiones. Una vez hechas, me hicieron pruebas para ver si el gen BRCA daba positivo o negativo. Como dio negativo, me intervinieron y consideraron hacerme una tumerectomía. Finalmente, recibí aproximadamente 30 sesiones de radioterapia y empecé con el tratamiento hormonal que todavía sigo. Actualmente me hacen controles rutinarios cada seis meses intercalando las visitas oncológicas y las visitas ginecológicas.

Pasaron cuatro meses des de que me noté el bulto en el pecho y se lo comenté a mi médica hasta que me dieron el diagnóstico de cáncer. Por suerte, el tumor que tenía estaba encapsulado. Si no lo hubiera estado, la demora habría supuesto un peligro evidente. Mi proceso de detección no se aceleró porque era joven y así lo decían los médicos. Además, no tenía antecedentes y ellos consideraban que estando fuera de las estadísticas generales de afectación de cáncer de mama, el bulto que yo presentaba sería benigno. Es por esto que me dirijo a los políticos de la Asamblea de Madrid, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta: ¿Por qué no se invierte a favor de garantizar pruebas diagnósticas a todas las personas que presenten síntomas sin tener en cuenta la edad y fomentando, así, la detección temprana?