Mi nombre es Sara del Olmo, soy médica de familia y organizadora del I Congreso de Salud Integral Diversa LBTQAI plus, y desde mi experiencia puedo asegurar que aún a día de hoy las personas de nuestro colectivo seguimos conviviendo con un sistema sanitario en el que no nos sentimos del todo integradas, lo cual empobrece y pone en riesgo nuestra salud.

Las visitas al médico para alguien que no sea heterosexual y/o cisgénero se pueden convertir en muchas ocasiones en una situación incómoda y hasta en pesadilla a veces, principalmente por la falta de formación del personal sanitario en cuestión de diversidad.

La educación sanitaria sigue siendo obsoleta en este sentido, y continúa sin ser integral ni inclusiva con las minorías.

Sensibilizar a la población médica y al resto de los profesionales sanitarios sobre las diferentes realidades y diversidades es un paso esencial en el camino hacia la igualdad.

Solamente así conseguiremos proteger la salud física y emocional de las personas del colectivo, con el claro objetivo de lograr su integración total en la sociedad, dejando atrás estigmas y minimizando las diferencias en cuestión de salud.

Es necesario crear una rama “afirmativa” en la Medicina, similar a la especialidad afirmativa de la Psicología, para apostar por una atención abierta y menos discriminatoria, que convirtiera las consultas en espacios seguros para todas las personas de nuestra sociedad (inluidas las de nuestro colectivo).

Las mayores tasas de depresión y ansiedad de nuestro colectivo, junto con un mayor abuso de sustancias adictivas y mayores tasas de suicidio (principalmente en las personas trans) señalan la urgencia de esta implementación.

El hecho que desde nuestra infancia hayamos sido discriminados por la sociedad y muchos hasta agredidos por otras personas o presenciado esas agresiones, ha generado en nosotros el llamado “estrés de las minorías”, que repercute en nuestra salud muy negativamente, desde nuestra salud emocional como la mental, para acabar influyendo inevitablemente en nuestra salud física.

Aún así, a día de hoy en el siglo XXI, muchas personas siguen encontrando grandes barreras en acceder a la medicina preventiva general (como puede ser la citología en el colectivo trans) y a una atención respetuosa con nuestra salud y nuestra persona.

Por eso quiero dirigir esta campaña a los políticos del Congreso de los Diputados, para preguntar cuándo se implementará una formación diversa e integral en los profesionales de la medicina y resto de sanitarios para que las personas LGTBQAI dejemos de sentirnos discriminadas e invisibilizadas por nuestro sistema sanitario.