¿Sabías que muchos hijos e hijas de las mujeres internas en las cárceles españolas conviven en el centro penitenciario con sus madres hasta que cumplen los tres años?. Esta situación condiciona la vida de los menores y hace que tengan una salud mental muy vulnerable. ¿Quién cuida de ellos?.

La pandemia les ha convertido en un grupo aún más sensible y ha recortado sus libertades, muchos de ellos llevan un año sin haber salido del centro penitenciario, ya que de hacerlo deberían guardar cuarentena al volver en la celda junto a su madre, una situación muy dura para ellos.

Los servicios de los niños están cubiertos en cuanto a atención médica o educación, de ninguna manera viven en una situación de supervivencia, pero creo que no se le da importancia a lo que esta situación puede suponer para ellos a nivel psicológico, sobre todo una vez abandonan la prisión cuando cumplen los tres años, bien yéndose a vivir con algún familiar a su cargo o bien a donde le manden los servicios sociales.

Estos niños son totalmente invisibles ante las administraciones públicas, son asociaciones voluntarias quienes por ejemplo les sacaban a la calle (antes de la pandemia), para que pudieran conectar un poco con el mundo exterior y conocer algo más del mundo fuera de la prisión. ¿Qué pasa después?, los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo biopsicosocial  de una persona y sería muy importante hacer un seguimiento psicológico de los niños cuando abandonan la prisión.

Es hora de plantearnos su situación y ofrecer recursos para una parte de la infancia de nuestro país que se encuentra en una situación de extremo riesgo de exclusión y que vive en una cautividad que no ha elegido ni merece y de la cual pasa después a un mundo totalmente desconocido como si nada.

Por eso quiero dirigirme a los políticos de la Asamblea de Madrid para preguntar cuándo se cuidará adecuadamente a los hijos e hijas de las mujeres internas que conviven con ellas en los centros penitenciarios, garantizando su bienestar mental y realizando un seguimiento de su situación cuando cumplan los tres años para saber las consecuencias psicológicas de lo que han vivido.

Casos como el de niños con necesidades especiales que no ven cubiertos los servicios que necesitan hacen pensar que no se tiene en cuenta a esta parte de la infancia de nuestro país más allá de los aspectos superficiales.

Debido a la pandemia todos hemos visto coartadas nuestras libertades, ¿te imaginas cómo ha sido para ellos y las consecuencias que puede acarrear?. No los podemos dejar atrás, firma y comparte la campaña para darles voz y que nos escuchen.