Mi nombre es Sarina, soy escritora, psicopedagoga y tengo TDA con dislexia. Me lo diagnosticaron a los nueve años y, sin embargo, mi etapa escolar fue un trauma porque en la educación falta la introducción a la diversidad de personas. 

La educación es rígida, poco respetuosa en la crianza porque le falta comprender la diversidad de niños y niñas. No pude tener una autoestima alta porque siempre me señalaban como la persona que iba más atrasada que el resto. Por suerte para mi, mis padres siempre me apoyaron. Si no hubiera contado con ese tipo de ayuda hubiese sufrido depresión por la marginación escolar. 

Actualmente, sigo teniendo altibajos porque siento que el mundo no está hecho para personas con mi tipo de condición u otras. Lo cierto es que hay cada vez más diversidad y la educación no ha logrado -y no logra- adaptarse a la nueva generación. Teniendo en cuenta que somos una población con un alto índice de depresión y de suicidio porque la educación nos enseña lo que no debemos hacer y lo que no somos, nunca lo que vamos a poder hacer y lo que vamos a ser. Para esta estructura existe lo que está bien hecho y lo que está mal hecho, pero el mundo y las personas estamos llenas de matices grises. 

Tengo un recorrido profesional, en mis libros hago guías para la dislexia y el TDA, e igualmente llevo inseguridades natas que complican mi vida. 

Es necesario que en los colegios se impartan conocimientos útiles para todos y todas porque por ejemplo, yo de niña me sentía tonta porque no podía y no puedo realizar la raíz cuadrada por el simple hecho de que mi cerebro va a un ritmo diferente al del resto. Entonces, es necesario que el sistema educativo se adapte al cerebro de los y las estudiantes, y que enseñen la variedad de profesiones que existen, y que porque yo no pueda realizar la raíz cuadrada de un número no significa que no pueda hacer otras cosas. Han de evaluar lo que sí podemos hacer. 

También es necesario que se creen estrategias y planes de estudio con la ayuda de psicopedagogos y otros profesionales en todos los niveles de aprendizaje. Los docentes necesitan más formación con respecto a la diversidad. Muchas veces me dijeron que por la dislexia no podría escribir un libro. Yo salí adelante porque me la diagnosticaron desde pequeña y porque gracias a lo que me dediqué obtuve las herramientas para poder vivir.

Son necesarios exámenes de admisión más adaptativos para ingresar a las universidades para que todos podamos entrar a las carreras que queramos.  Debería evaluarse de manera más justa para todos. 

Necesitamos que el Gobierno Nacional de España implemente un modelo de educación abierto a la diversidad de alumnos y alumnas. Así, habrá menos inseguridades y un país con capacidad de adaptación a las diversidades. La enseñanza no debe ser desde una condición limitante sino que debe alentar el progreso y avance.

Apoya y ayúdanos a conseguir un sistema educativo realmente inclusivo.