Pregunta para Parlamento de Galicia
Sufrí abusos por parte de un miembro de mi familia y he tardado años en poder hablar de ello. ¿Por qué no se dan charlas en los colegios para alumnos y padres con el fin de prevenir el abuso sexual infantil?
Soy Sé Fernández y sufrí abuso sexual cuando tenía 16 años por parte de mi tío. He tardado años en contarlo y poder cerrar la herida. ¿Por qué no se dan charlas en los institutos y colegios para alumnos y padres con el fin de prevenir el abuso sexual infantil?
Hay que hablar de ello en los colegios, contar que estas cosas pueden pasar. No solo a los niños y niñas en clase sino hacer también charlas para padres. Hay que ser conscientes de que una gran parte de los casos, el abusador se encuentra en un entorno familiar cercano y que ello imposibilita al niño o a la niña hablar mucho más que si se hubiera sufrido por parte de un desconocido.
En mi caso, sufrí abuso sexual por parte del hermano de mi padre. Él era un referente para mí. Cuando ocurrió, yo tenía 16 y él tenía treinta y tantos. Yo era menor y él estaba casado y tenía dos hijos. Hubiera ido al fin del mundo con él porque era mi tío y le quería y él casi me llevó al infierno.
Cuando pasó yo me quedé absolutamente bloqueada. No supe gestionarlo. Él intentaba convencerme de que tenía que ser “el primero”. Yo le decía que no quería, que no me gustaba que me tocase, pero el insistía. Durante días venía a mi casa cuando mis padres no estaban para volver a intentarlo, fue horrible.
Fui al psicólogo, pero fui incapaz de abrirme completamente. Conté todo esto tres años después en casa de mis padres, que, junto a mis hermanas, se convirtieron en mi único apoyo. El resto de mi familia me dio la espalda, su pareja dijo que yo tenía que haberle provocado.
Nunca había hablado de este tema públicamente con nadie que no fuera de mi entorno familiar, hasta que después de muchos años decidí contárselo a unas amigas. Para mí fue liberador, me di cuenta de que podía contarlo y ayudar a otras personas a abrirse sin miedos. No pretendo alimentar el morbo de nadie, solo quiero compartir mi historia y animar a otra gente a hacerlo también.
El amor a mí misma y a la gente que tengo cerca me ayudaron a superar el dolor y a hacerme más fuerte. Tengo dos hijas y a las dos las he educado mucho en todo esto. Siempre me preocupó que pudieran pasar los mismos traumas que yo pasé.
Desde aquí quiero pedir al Parlamento de Galicia que se implementen más medidas preventivas. Necesitamos que se den charlas en los colegios para padres y alumnos con el fin de que ninguno tenga que enfrentarse a una situación de abuso sexual infantil.