Hola, soy Silvia, vivo en Madrid, soy madre de dos niñas y tengo un problema de salud mental con el que vivo perfectamente. Mi problema de salud mental y mi maternidad han sido siempre cuestionados. Inicio esta petición para pedir a las instituciones que se respeten los derechos humanos de las personas con cualquier patología de salud mental. 

Desde que era muy pequeña tengo consciencia de lo que me pasa, porque era una niña con muchos miedos, con muchos traumas y con muchas dificultades con la relación con los demás. Cuando tenía 20 años pedí ayuda y desde entonces mi vida cambió. A mi me han tratado con palabras y no con fármacos y el psicoanálisis ha sido mi salvación y puedo decir que soy feliz y que tengo una vida muy normalizada. 

Tener un problema de salud mental con una infancia traumática lo que te hace es saber como hay que cuidar al otro, porque sabes lo que no se debe hacer con un niño o una niña. Y esa experiencia me ha hecho saber cuidar mejor de mis hijas. 

Sin embargo, hay un gran estigma social en relación a que una persona con un problema de salud mental tenga hijos o hijas. A mi la maternidad me estabilizó y me ha dado un lugar en el mundo muy distinto al que tenía, si no hubiera sido madre me hubiera dejado vencer por los prejuicios.

El hecho de ser madre me surje como a cualquier otra persona. Si ser madre supone ya en sí una dificultad y te cuestionas si lo harás bien con un diagnóstico como el mío se complica mucho más. Te enfrentas a la maternidad con un estigma y eso se convierte en autoestigma. Por tu cabeza pasan cosas como “no voy a ser capaz”, “no voy a hacerlo bien”. Me costó decidirme pero no hay cosa que más me haga feliz que ser madre y cuando las tuve nunca más tuve dudas. De hecho a la mayor se lo he contado y está super orgullosa de mí y es una activista. 

Muchas mujeres con problemas de salud mental no pueden acceder a la maternidad, pero esa causa no está en las mujeres, está en la sociedad. Los tratamientos psicoterapéuticos no los ofrece la seguridad social y sin eso no hay opciones. El proyecto “Casa Verde” lo muestra a través de un programa de apoyo, prevención y seguimiento para madres, padres, hijos e hijas de personas con problemas de salud mental. 

Necesitamos apoyos como una cuestión de justicia no como una cuestión de misericordia. Hay que clarificar que una persona que tiene problemas de salud mental no le va a transmitir a sus hijos e hijas su problema de salud mental, no lo van a heredar. Hay una desigualdad para las personas con alguna patología de salud mental, por ejemplo 9 de cada 10 personas con alguna patología de estas no tiene trabajo. 

Ante esta situación pido a los miembros del Congreso de los Diputados: 

• Respeto a nuestros derechos humanos al igual que el resto de la población. No tenemos los mismos derechos. En el momento que tienes un diagnóstico de salud mental y entras en un hospital pierdes tus derechos y tu dignidad, te atan a la cama, te eligen ellos los tratamientos te medican... Al año hay 38 muertes por contención mecánica.
• Tratamiento psicoterapéutico digno. Las personas con problemas de salud mental necesitan una asistencia y una terapia psicológica de calidad, continuada y financiadas por la seguridad social.
• Apoyo social. Las tasas de desempleabildiad en personas con problemas de salud mental son muy altas. Necesitamos unas pensiones dignas, una vivienda y un acompañamiento.