Pregunta para Parlamento de Catalunya
Las consecuencias que deja el cáncer de mama en el cuerpo de la mujer pueden ser muy traumáticas para su autoestima. ¿Cuándo se va a tener esto en cuenta desde la Seguridad Social?
Mi nombre es Sonia Aguilar, y cuando me acercaba a los 40 años, noté un bulto en el pecho. Por suerte tenía próxima la cita con el ginecólogo, y en la misma revisión me vieron que lo que tenía era cáncer de mama.
Llegué a pasar hasta por cuatro operaciones para extirpar el tumor. Antes, la solución era cortar el pecho de raíz, pero conmigo intentaron salvar la mayor parte de la mama. Finalmente, en la cuarta intervención, consideraron hacerme una mastectomía.
Durante el tiempo que transcurría entre operación y operación, me sometí a tratamientos de quimioterapia. Lo recuerdo todo como algo muy traumático: perdí el cabello y andaba de prueba en prueba continuamente. En una cosa, sin embargo, tuve suerte, y es que mi cáncer no era hereditario, por lo que, en principio, someterme al tratamiento impuesto sería suficiente para su erradicación.
Como decía, en la cuarta operación me realizaron la mastectomía, y tardaron hasta tres años en reconstruirme el pecho. Durante ese tiempo tuve puesto un expansor, una especie de prótesis provisional que se va inflando para que no se pierda la capacidad del tejido. Estuve así hasta que, finalmente, me pusieron mi prótesis definitiva.
En todo momento he estado muy controlada con mis revisiones y mi oncólogo, y lo cierto es que me siento afortunada de que la reconstrucción del pecho no haya tardado tanto como oigo en bocas de otras personas. Lo que sí me sucede es que, todavía a día de hoy, estoy esperando para la reconstrucción del pezón, una operación que, a simple vista, es una cirugía menor, pero que siempre que pregunto me responden que no hay quirófanos disponibles.
Entiendo que hay personas que se encuentran en estados más graves y que tienen patologías más urgentes, pero yo también estoy pidiendo por mi salud. La transformación física a la que se somete una mujer con cáncer de mama puede llegar a ser muy traumática para ella, en especial si tenemos en cuenta la importancia que tiene el físico en nuestra sociedad a todos los niveles.
Yo no pido una cirugía plástica por gusto, sino que me terminen la reconstrucción del pezón para sentirme bien conmigo misma y con mi cuerpo después de haber atravesado por esta enfermedad.
Son varios los gastos con los que, de por sí, corre una mujer que ha sido diagnosticada de cáncer de mama: sujetadores especiales y pelucas para cubrir los efectos que la quimioterapia nos dejan son los principales, si a eso se suma que yo misma me tengo que pagar la reconstrucción del pezón con su tatuaje me parece demasiado, porque yo no elijo nada de esto, a mí me ha tocado, y yo solo lucho por sentirme bien dentro de las circunstancias impuestas.