Me llamo Sonia y he sobrevivido a un Sarcoma de Ewing y a un cáncer de mama.

Tras superar el primero, cuando tenía 17 años, me recomendaron realizarme controles ginecológicos anuales. Un día, con 40 años, mientras estaba leyendo en la cama, me noté un bulto bastante grande en mi pecho derecho. Me asusté mucho y llamé a mi ginecólogo habitual. Me realizó una ecografía y, tras estudiar los resultados, me dijo que no era nada importante.

No me quedé tranquila del todo, por lo que visité a mi médico de cabecera, que me derivó a la Unidad de Mama. Allí, tras realizarme una ecografía, me citaron para una biopsia urgente, por una sospecha de cáncer de mama. A los 15 días, los resultados de la biopsia confirmaron que padecía un cáncer de mama luminal hormonodependiente. 

En un primer momento me planteé rechazar el tratamiento ya que, al estar operada de una pierna para superar el sarcoma, sabía que me enfrentaba a un proceso difícil. En cambio, finalmente acepté, ya que me aseguraron que mi tumor, a pesar de ser extenso, tenía buen pronóstico. 

Empecé a recibir quimioterapia para intentar reducir el tumor, pero con el primer ciclo se agravó el problema que tenía en la prótesis de la tibia, lo que complicaba mucho la situación. Me cambié rápidamente al hospital en el me habían tratado del sarcoma y allí, trabajando de manera coordinada los equipos de oncología, ginecología, ortopedia del adulto e infectología, consiguieron tratar el cáncer de mama sin perjudicar más la pierna.

Me intervinieron para extirparme el tumor. A continuación, me administraron una nueva quimioterapia y, al terminarla, recibí radioterapia. Ahora estoy recibiendo un tratamiento hormonal, que tendré que seguir entre los próximos cinco y diez años.

A pesar de que a día de hoy estoy recuperada, conservo muchas secuelas y tengo la intranquilidad de recaer en un cáncer de mama metastásico, pues el 30% de los tumores de mama curados pueden derivar en este último tipo.

Por ello, con esta iniciativa, pido al Senado que destine más recursos a la investigación de la metástasis, ya que no hay un presupuesto específico para estudiar este proceso. Asimismo, considero fundamental que se aumente la ayuda psicológica a los pacientes oncológicos y que se fomente el asociacionismo, pues se trata de un proceso muy largo y duro, que afecta a todas las dimensiones de la persona, con un alto impacto en la calidad de vida.