¡El fenómeno “follógrafo” no ha desaparecido! ¿Cómo podemos protegernos las mujeres frente a este acoso? ¿Qué opciones nos dan para denunciarlo?
Mi nombre es Sonia, soy fotógrafa profesional y una vez más quiero denunciar el acoso que sufrimos las mujeres por parte de algunos “fotógrafos” a la hora de hacer las sesiones. Son muchas las modelos que se han tenido que enfrentar a los abusos de supuestos profesionales de la fotografía que las engañan para hacer sesiones fotográficas de todo tipo, desde artísticas, fotografía social o desnudo. Durante las sesiones se saltan límites que no deben y después las chantajean y amenazan con las mismas fotos, o las propias chicas no son capaces de denunciarlo por miedo a que nadie les crea. El principal problema es que todavía hay mucho desconocimiento frente a esto y muchas mujeres se encuentran solas y desprotegidas a la hora de denunciar, ¿cómo podemos cambiar esto?
Cuando entras en el mundo del modelaje siendo solo una adolescente, o simplemente eres totalmente nueva en el mundo de la fotografía y no conoces a nadie que te pueda guiar es muy fácil caer en este tipo de engaños. Te encuentran por redes sociales, te escriben para trabajar contigo e incluso te ilusionan con promesas que nunca se cumplen. Cuando menos te lo esperas te ves sola en un estudio con un hombre que cada vez te pide que te quites una prenda más de ropa, o te enfrentas a actitudes que están totalmente fuera de un trabajo profesional.
Hay que tener mucho cuidado con estas personas. Una de las principales señales de alerta es que no te dejen acudir a la sesión acompañada. Recuerdo que cuando llegué a Madrid con 21 años me metí en un grupo de fotografía en el que se intercambiaban opiniones, proyectos y trabajos nuevos (los famosos grupos de TFCD o sesiones de colaboración o intercambio). En ese momento me ofrecí tanto como fotógrafa como modelo ya que era joven y quería aprender de todas las experiencias posibles. Entonces uno de los fotógrafos me escribió pidiéndome que posara para él y me pasó algunas de sus fotografías. Me pareció bien y acepté, pero primero le dije que iría a la sesión acompañada por mi novio. En ese momento su comportamiento cambio: “no me gustaría trabajar con novios celosos”, me dijo.
Este es uno de los argumentos que suelen utilizar. También pueden decirte que “les corta el rollo” o que “no se concentran”. No te creas nada de esto, cualquier fotógrafo profesional estará encantado de que vayas a la sesión acompañada, incluso en algunos casos hasta viene bien para ayudar. De hecho, es recomendable, ya que es interesante que, si hay que colocar ropa, cabello, o partes de tu cuerpo, es mucho más cómodo que lo haga alguien que conoces.
Otro de los puntos que crea conflicto entre estos farsantes es hablar de contratos. Es importante elaborar uno y saber cómo hacerlo, no firmes nada que no hayas leído con detenimiento antes. Conozco casos de chicas a las que los fotógrafos les han robado las fotos y las han difundido sin su consentimiento solo porque ellos las habían hecho y las presentaban como suyas, agarrándose al hecho de que "las fotografías son suyas y pueden hacer lo que quieran."
Hay muchas situaciones como estas que han salido a la luz, pero finalmente no se ha hecho nada para condenar a los acosadores. Algunos borran sus perfiles de redes sociales, crean otros con un nombre diferente y vuelta a empezar.
No hay protección para estas mujeres, no se les ofrece la información o las herramientas necesarias para poder denunciarlo. Muchas de las conversaciones se dan a través de las redes sociales y las fotos suelen difundirse por Internet por lo que cuando vas a denunciar te dicen que “no vale la pena”. Cada vez hay más modelos de fotografía que rechazan trabajar con hombres precisamente por esto.
Lanzo esta petición, no solo por mí y por mi profesión sino por todas aquellas chicas que han tenido que pasar por una situación de abuso como esta y por todas aquellas que acaban de empezar en este mundo. Nadie se merece este trato, ¿qué opciones se nos ofrecen para protegernos?