Pregunta para Murcia
¿Por qué desde los colegios públicos no se prioriza una educación basada en el respeto sin métodos autoritarios ni punitivos?
Me llamo Sonia, tengo 39 años. Soy educadora certificada en Disciplina Positiva y asistente Montessori desde hace tres años y, además, soy mamá de cuatro hijos.
La sociedad en la que vivimos y el modelo educativo imperante se basa en la idea de “yo ordeno y tu acatas la orden”. No se puede estar dando órdenes y controlando las situaciones desde una posición de poder, hay que reconocer que esos métodos educativos son dañinos y poner todo de nuestra parte para poder cambiarlos, en lugar de justificarlos y repetirlos.
Por ello, ayudo a los padres y madres que quieren ver más allá del comportamiento de sus hijos y entender realmente qué es lo que hay detrás para saber cómo actuar en cada etapa. El objetivo es preparar a los niños y las niñas para la vida y, para ello, hay que tener paciencia y ayudarlos a desarrollar sus habilidades sociales, emocionales y cognitivas.
Desde mi experiencia como madre he visto cómo la forma de educar influye en cómo nuestros hijos se enfrentan a la vida. Mi hijo mayor tiene casi 19 y ha estado acostumbrado a que en el colegio haya siempre una figura de poder que “le guía” mientras que mi hija de 3 años está acostumbrada a encontrar soluciones y ser autosuficiente, en la medida de lo posible. A uno le cuesta tomar decisiones y la otra está acostumbrada a encontrar soluciones.
A medida en que crecemos y tomamos parte en la vida adulta me he dado cuenta de que nos han enseñado asignaturas necesarias, como la lengua o las matemáticas, pero no nos han preparado para afrontar la vida. Un ejemplo es que nadie te da información sobre el parto o sobre ser madre, simplemente afrontas la situación sin que nadie te haya explicado los sentimiento, emociones o etapas a las que te vas a enfrentar y que son totalmente normales.
En los colegios no se trabaja este aspecto emocional de la educación, sino que se centran en cumplir con los objetivos del currículo educativo. Hay que asumir que no todos los niños y niñas van a aprender al mismo ritmo, ni van a ser buenos en una disciplina y, no por ello son mejores o peores.
¡Nuestro papel como padres, madres, profesores y maestros es tan importante! Para educar tenemos que educarnos. Tenemos que conocer y entender las necesidades de cada niño y cada niña para poder ponernos en su lugar y encontrar las palabras correctas con las que dirigirnos a ellos para generar cambios.
Los adultos somo un espejo para los niños y las niñas. Por lo que, si cuando nos enfadamos lo que los pequeños ven es que, por ejemplo, su madre se calma primero y después actúa, le estarás enseñando una gran habilidad de vida.
Qué decir de que los errores son necesarios para el desarrollo humano y necesitamos equivocarnos para buscar otros caminos. El error es una de las herramientas más poderosas para el aprendizaje y el crecimiento personal y, para los niños y las niñas es fundamental tener margen para cometerlos.
Por ello, inicio esta campaña de firmas dirigida a abrir debate con los políticos y concejales de educación de Murcia para hacer ver la importancia de educar en positivo.