Hola,

Me llamo Vanesa y tengo 43 años. Hace algo más de un año me diagnosticaron un cáncer de mama. El cáncer te cambia la vida tanto mentalmente como físicamente, algo para lo que una no está preparada, ya que una se imagina que cuando acabe el tratamiento todo acaba y que una vuelve a ser la persona que era.

Una persona que cambió de la noche a la mañana. Y es que una noche, en plenas navidades de 2019, me acosté sin notarme nada en mi pecho y a la mañana siguiente toque un bulto que supe que iba a ser el gran cambio de mi vida. Pedí cita con el médico de cabecera por la Seguridad Social, una cita que no me daban hasta enero de 2020. Así que como tengo la suerte de tener un seguro privado fui adelantando las pruebas por ahí.

Cuando llegué a la consulta con mi médico de cabecera, sabiendo que ya tenía cáncer, me mando al cirujano sin más, sin especificar lo que ocurría ni anotar que era urgente. Así que una semana antes de confinarnos, es decir pasado dos meses desde mi visita, aún seguía esperando a que me llamasen, ya tenía concertado comenzar la quimioterapia en el hospital privado, pero era desplazarme hasta una hora, de Algeciras a Jerez de la Frontera. Finalmente gracias a unos amigos el oncólogo me llamó de un día a otro y comencé la quimioterapia en la Seguridad social.

Sobre el trato recibido a lo largo de mi tratamiento no tengo ninguna queja. El trato fue maravilloso, siempre me han tratado súper bien y todo ha ido bastante bien. Pero el cáncer no se acaba cuando se acaba el tratamiento, los médicos y demás te preparan para ese año de lucha, pero ¿y después? Nadie nos prepara para tu vida de después.

El cáncer te cambia mucho tu calidad de vida. Hoy en día cosas tan sencillas que hacía a diario como peinar a mi hija o coger unos platos que están en altura me suponen una frustración porque no puedo hacerlo. Tras la operación mi brazo no tiene la misma movilidad. Esto se une al cansancio que tenemos los pacientes oncológicos como secuelas de los fuertes tratamiento, o en mi caso mi tratamiento hormonal.

Durante el proceso te ayudan mucho, pero después existe un gran abandono por parte de la admnistración impresionante. Ahora me encuentro batallando por una incapacidad de la cual solo recibiré unos 400 euros. ¿Cómo voy a poder pagar la educación de mis hijos o demás cosas que necesiten para crecer? Quiero poder ofrecerles lo mejor, si pudiese trabajar lo haría. ¿Por qué no nos ayudan a volver a la vida laboral después de sufrir un cáncer? En ningún lado he encontrado ese apoyo o me hayan asesorado para ello. Cosas que piensas que vas a poder volver a hacer cuando te cures.

Por eso me dirijo a los políticos del Parlamento Andaluz que son los que me representan y les pregunto: ¿Cuándo va a existir un acompañamiento para los pacientes después de curarse de un cáncer? ¿Piensan destinar más dinero para las ayudas a los pacientes oncológicos?