Pregunta para Congreso de los diputados
Mi nombre es Verónica y soy Covid Persistente. ¿Cuándo se va a impulsar una investigación urgente para mejorar nuestra calidad de vida? ¡Es necesario un reconocimiento médico e institucional de esta enfermedad que nos está impidiendo vivir!
Me llamo Verónica García Parres, tengo 40 años y soy Covid Persistente tras contagiarme el pasado 21 de diciembre de 2021, a los 38 años. El Covid Persistente o Long Covid es un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas de COVID-19 semanas, meses o años, después de la infección inicial y por la aparición de más sintomatología con el paso del tiempo. En mi caso, empecé con 5 o 6 síntomas y a día de hoy, tengo alrededor de 80. He desarrollado muchísimas enfermedades a raíz del contagio. Diagnosticadas tengo todas las siguientes: Covid Persistente, encefalomielitis miálgicafibromialgia, disfunción cognitiva, SIBO, síndrome de POTS, disautonomía tipo POTS, desprendimiento de ambos vítreos, trocanteritis, disfagia, desnutrición, faringitis crónica, trastorno de articulación temporomandibular, enfermedad por reflujo gastroesofágico, hipersensibilidad sensorial (auditiva y fotofobia), desorientaciones, alucinaciones y alucinosis …Y estoy pendiente de muchas más pruebas.
Un día te despiertas enferma y no sólo no recuperas tu salud, sino que vas perdiéndola rápidamente, sin entender nada, tu batería se agota y te deja fuera de juego. Y resulta que vas sumando enfermedades por un contagio de covid, enfermedades que ya no te permiten vivir tu día a día, tal es el agotamiento.
Antes del contagio yo era súper deportista, no bebía, no fumaba, en resumen, era una persona muy sana. Ahora, en cambio, llevo más de un mes en cama, sin poder caminar, ni siquiera para sacar a mi perrita, que a veces me la tiene que pasear una vecina. Hay días en los que no tengo fuerza ni para comer, y voy al baño gateando. Incluso respirar se está volviendo complicado, duermo con oxígeno por cuadro de apneas del sueño.
Es muy difícil sobrellevar está enfermedad y el día cotidiano que provoca. Personalmente, vivo sola y no tengo familia que me ayude. La ayuda por parte de mi ayuntamiento es muy lenta y existe una lista de espera mínima de 10 meses. Además, el hecho de que no exista una cura o un tratamiento específico deja nuestra calidad de vida pendiendo de una investigación, que hasta ahora es mínima y muy lenta.
Por otro lado, se trata de una enfermedad, en la mayoría de los casos, incapacitante, que nos deja sin la posibilidad de trabajar, lo que, acaba imposibilitando que lleguemos a fin de mes ya que, además, tenemos que gastar una gran parte de nuestros ingresos en medicamentos.
Por ello, y con todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados: necesitamos una investigación urgente para este tipo de enfermedades que continúan siendo “invisibles” así como un reconocimiento médico y por parte de las instituciones que nos reconozca la incapacidad permanente que merecemos.
Las personas como yo, que sufrimos covid persistente, nos encontramos completamente desamparadas ante las instituciones, la sanidad y la ley, pero también por la sociedad. La sociedad aún no conoce bien una situación como la mía o le quita importancia. Hay que, entre todos, concienciar, visibilizar y sensibilizar, el covid persistente y el elevado impacto que tiene en nuestras vidas, en el trabajo, en las relaciones sociales… No podemos permitir que se juzgue desde fuera un dolor que no se vive.
Es importante porque yo no soy la única, sino que 1 de cada 8 personas que se contagiaron en su momento pueden desarrollar covid persistente y actualmente, los afectados por esta enfermedad (los que estamos reconocidos), somos 1,5 millones de personas en nuestro país.
Quiero volver a mi vida de antes, a mis días de antes, a mis hobbies, aficiones, al deporte… En definitiva, quiero volver a vivir. Mientras tenga esperanza, sacaré fuerza no sé de dónde para seguir luchando y dando visibilidad a estas enfermedades, porque, aunque estas sean invisibles, quienes las padecemos no lo somos.
Por todo esto, pido desde aquí empatía y comprensión, así como la mayor participación y difusión posible de esta campaña. ¡Gracias a todos!