Tuve la oportunidad de compartir unas impresiones con vosotros allá por el mes de mayo cuando visitasteis mi localidad Valencia de Alcántara. Localidad esta que soporta con total virulencia  el ataque del sistema actual de control de enfermedades puesto en funcionamiento en la década de los 90 y que solamente por el tiempo transcurrido y el aumento de lo pretendido evitar denotan su total ineficacia sumándose la sospechosa complicidad de algunos cargos de la administración por mantener el actual sistema de control (tuberculosis y brucelosis)

Hoy he visto tú artículo en el periódico y he sentido que por una vez alguien nos había escuchado (quizá porque ese alguien tenga una familiar muy directo que ha sufrido como tantos este sin sentido de enfermedad vaivén)

Me gustaría Victoria que no desistieras en tu iniciado empeño y si pudieras te hicieras proporcionar por toda la información estadística, que no es poca si es veraz, para que pudieras observar que se sabe del problema y se circunda todas las posibles soluciones. Estas sin ser fáciles, no son imposibles y ni tan siquiera costosas económicamente hablando.

El descontrol de la fauna silvestre es patente y palpable por la ciudadanía rural y todos podemos coexistir sin necesidad de prescindir de un sistema por otro. Máxime cuando hablamos, como en su día hicimos, de no dar prioridad a la caza, sector siempre vinculado a las relaciones sociales, en detrimento del sector primario tan importante y arraigado en nuestra Comunidad. Este  no sólo es motor económico sino algo tan necesario en nuestra sociedad de hoy como el impulso sostenible en el ámbito rural que favorece a la sostenibilidad del entorno, situación de retorno a la que Europa está abogando en sus nuevas políticas agrarias.

Espero volver a tener  más impresiones al respecto contigo y te agradezco muchísimo tu implicación. Has de saber que ese artículo ha esperanzado a muchos que como yo, en ocasiones perdemos la esperanza.

Un saludo

David