Pregunta para Asamblea de Madrid
Me llamo Victoria, y mi hija Zoe es afrodescendiente. ¿Para cuándo más campañas de concienciación para que los niños racializados tengan una infancia libre de prejuicios y estereotipos?
Me llamo Victoria, soy de Madrid y tengo una hija detres años y medio que se llama Zoe. Su padre es de Senegal y yo soy blanca, por lo que ella es mestiza. A pesar de yo ser su madre biológica y ella haber nacido en España, me han preguntado muchísimas veces dónde la adopté o de qué país viene. Puedo entender que a la gente le sorprenda ver a una madre blanca y una hija negra, ya que nuestra sociedad todavía no está acostumbrada, pero casos como este indican que hay muchos prejuicios detrás.
Otro prejuicio con el que Zoe tiene que convivir es el de su pelo. He perdido la cuenta de las veces que la gente se ha acercado a tocárselo. Ahora con la pandemia no ocurre tanto, pero antes era muy frecuente. Sé que muchas veces se va a tocar la cabeza a un niño de forma instintiva, en señal de protección, pero sé perfectamente cuándo se trata de eso o cuándo es simplemente curiosidad por tratarse de un tipo de pelo diferente o “exótico”.
Zoe, con tan solo tres años, ya es consciente de ello. De hecho, el otro día estábamos en el supermercado y me dijo: “Mamá, ese señor me ha tocado el pelo”. Yo le dije que si le molestaba, que se lo dijera, y volvió hacia él y le dijo: “No me toques el pelo”. Este tipo de situaciones me las suelo tomar con humor porque no quiero estar peleándome todo el día, pero la verdad es que es injusto que no se respete el espacio a Zoe y a toda la gente afro, tanto niños como adultos.
A nivel educativo, veo que a Zoe le cuesta más encontrar referentes con los que sentirse identificada. Cuando busco muñecos para ella, siempre son blancos y con el pelo claro y liso, cuesta mucho encontrar muñecos de piel negra y con el pelo afro. Lo mismo pasa con los cuentos infantiles: la mayoría los compro por Internet, ya que en las tiendas es difícil encontrar cuentos con personajes afrodescendientes. También está todo el tema de las pinturas para representar las pieles: no solo existe el que siempre hemos llamado “color carne”, también hay otros colores con los que pintar la piel.
Es por esto que me quiero dirigir a los miembros de la Asamblea de Madrid, ya que soy de Madrid y son mis representantes en dicha cámara, para que se lancen más campañas de concienciación para proteger a las personas racializadas, y así tanto Zoe como otros niños puedan crecer en un ambiente libre de prejuicios y estereotipos raciales.
Yo misma estoy aprendiendo y tomando conciencia sobre situaciones que antes no habría considerado racistas, como tocar un pelo afro o decir expresiones como “mulata”, “morenita”, “negrita” o “persona de color”. Estamos avanzando, pero sigue siendo necesario concienciar a las personas. Cambiar nuestro imaginario será un proceso lento, pero entre todos debemos ir dando visibilidad y concienciar para luchar contra los prejuicios raciales que hay en nuestra sociedad.