Soy Victoria, vivo en Estepona -provincia de Málaga- y tengo 3 hijos pequeños, una niña de 12 años, un niño de 9 y un bebé de 18 meses. En  los colegios a los que han asistido mis hijos mayores se les ha enseñado muy poco sobre educación ambiental y lo que se ha enseñado ha sido muy básico, no ha sido información adaptada a la urgencia climática real que vivimos. ¿Por qué no se enseñan los 17 ODS en los colegios públicos para generar un cambio en las mentalidades desde que los niños y niñas desde pequeños? 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible se tienen que empezar a enseñar cuanto antes desde las escuelas, no se puede pretender que todo venga directamente de las familias, porque no todas las familias tienen la misma economía, el mismo acceso a determinados recursos, ni los mismos conocimientos. Si conseguimos que la educación ambiental parta desde el colegio, de la misma manera que te enseñan historia, matemáticas o literatura, también te pueden enseñar cómo proteger el planeta. Hay que hablar de esto, y no solo en el Día de la Tierra, sino que tiene que contar como una asignatura más, donde los niños y niñas se vean implicados desde pequeños en conservar el planeta. 

Tenemos una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás. Los ODS no solo sirven para educar en sostenibilidad y medio ambiente sino también sirven para enseñar a respetar al de al lado, educar en derechos humanos, en igualdad, en diversidad… Es necesario que nuestros hijos e hijas aprendan esto para no cometer los mismos errores que nosotros en un futuro. 

Personalmente a nivel educativo en los cursos de primaria, creo  que falta mucho trabajo por hacer en cuanto a sostenibilidad. Los ODS son 17 objetivos que no solo se deben estudiar para conservar la vida, si no también para generar sinergias de economía circular a su alrededor. Mis hijos saben lo que es recoger agua de lluvia para poder regar un huerto porque lo han hecho conmigo. Es necesario enseñar a cuidar nuestro planeta, saber utilizar los recursos de forma consciente y no derrochar. Aprender desde pequeños que hay recursos, como el agua, que no son inagotables y que se agotarán si no los utilizamos de forma eficiente. Si necesitamos oxígeno para respirar, también necesitamos un planeta y por lo tanto hay que protegerlo, si no se educa en esto, no hay vida posible. 

Tampoco hay una correcta información sobre seguridad alimentaria. Falta transparencia y coherencia nutricional. Los comedores de muchos colegios no se adaptan a las exigencias de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se utilizan millones de plásticos de un solo uso,generando un nivel altísimo de contaminación a diario. Se recalienta la comida una y otra vez en el microondas, al final lo que los niños y niñas comen es de todo menos alimento. No es seguro ni es nutritivo. La Seguridad Alimentaria parte en la forma de cómo se manipula,envasa y calienta ese alimento,no olvidemos la cantidad de casos de gastroenteritis que se dan en los colegios,muchos de esos casos reconocidos por intoxicación alimentaria de los productos consumidos en el comedor escolar.   

Además, no se les da una alimentación equilibrada. Se han contratado caterings de comida rápida en los colegios y al final viene todo envasado y precalentado y no sabemos de dónde provienen esos productos, que están comiendo nuestros hijos. Si tu hija o hijo no come carne, debería poder comer frutas y verduras frescas en su colegio. 

Yo tuve a mis hijos cinco meses en el comedor y ellos mismos me decían lo mal que estaban comiendo. Esto es algo que va íntimamente relacionado con la sostenibilidad. Podemos formar en seguridad alimentaria y en ODS, pero si luego desde el propio colegio contratan un catering que es basura, les estás enseñando a los niños y niñas un concepto que luego no estás aplicando. Es totalmente incoherente. 

El colegio tiene que tener un mínimo de exigencia y un conocimiento en calidad alimentaria,para contratar esos servicios de catering por qué no son gratuitos y muchas veces nos conformamos por qué no hay otra elección y necesitamos de ese servicio para cumplir con nuestras responsabilidades laborales. Los niños y niñas terminan siendo siempre los afectados, alimentándose mal. 

Se debería de ofrecer más productos locales, más fruta y verdura, más productos frescos y menos precocinados. No es excusa decir que "es caro" cuando hay ya muchos colegios que tienen sus propios huertos ecológicos, por decisión propia, donde no solo se puede producir género para el comedor escolar, si no que también se pueden hacer muchas actividades educativas relacionados con la sostenibilidad y el sector rural. 

Por todo esto, quiero pedir al Parlamento de Andalucía que se tomen medidas desde las escuelas públicas ofreciendo una correcta educación ambiental en ODS como materia fundamental de supervivencia y que sea coherente con la alimentación que se ofrece a nuestros hijos e hijas desde los comedores escolares.