Pregunta para Congreso de los diputados
Tengo trastorno de ansiedad, pánico y estrés post-traumático. ¿Cuándo se va a mejorar el servicio de salud mental en la Sanidad Pública? ¡Vivimos en una época en la que casi todo el mundo necesita terapia! ¡Debemos darnos cuenta ya!
Hola. Me llamo Violeta, tengo 31 años y tengo trastorno de ansiedad, trastorno de pánico y trastorno de estrés post-traumático.
Cuando era pequeña, en el colegio sufrí bullying. Siempre he sido una chica muy introvertida, me encantaba leer –y me encanta-, pero no me gustaba relacionarme mucho con mis compañeros. Los profesores lo sabían y en vez de ayudarme, hacían comentarios, para mí ofensivos, que el resto de los compañeros utilizaban después para insultarme.
Esa fue la primera vez que tuve que acudir a terapia porque lo pasé bastante mal. Después me cambié de instituto y toda la situación mejoró. Conocí a un grupo de amigos con los que salía y con ellos sí sentía esa afinidad que se necesita para establecer una amistad, pero siempre pensé que era mucho mejor estar sola.
Posteriormente, cuando tenía 22 años, mi hermana falleció de un accidente de moto y eso fue lo que terminó de romperme completamente. Pensé que nunca iba a remontar y que ya había terminado todo. Esto me supuso estar durante casi 6 años con depresión en los que prácticamente no veía a nadie, solo a mi psicóloga.
Mi psicóloga ha sido una de las mejores personas que he conocido. Nunca me ha dejado sola y siempre ha estado a mi lado. Ha conocido todas mis fases y ha sabido guiarme, poniéndole nombre a todos los miedos que tenía y a las sensaciones que vivía. Ella me diagnosticó todos mis trastornos.
Los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, la escuela y las relaciones entre personas.
Por otro lado, el trastorno de pánico consiste en que las personas que tienen dicha afección tienen ataques repentinos y repetidos de miedo que duran varios minutos o más. Estos se conocen como ataques de pánico. Los ataques de pánico se caracterizan por temor a los desastres o miedo a perder el control, incluso cuando no hay un peligro real.
El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad de salud mental desencadenada por una situación aterradora, ya sea que la hayas experimentado o presenciado. Los síntomas pueden incluir reviviscencias, pesadillas y angustia grave, así como pensamientos incontrolables sobre la situación.
La figura de un terapeuta es muy importante para todos, sobre todo, en nuestra época actual. Independientemente de esto, las personas que tienen alguna laguna emocional deben de ser tratados por un profesional. Todavía existe ese estigma en el que a una persona que acude a un psicólogo, suelen decirle: “¿Vas al loquero?”. A esas personas les digo que empiecen a apreciar la vida, que no todo es blanco y negro –hay una escala de grises grandísima- y que, por supuesto, el acudir a un psicólogo no es de “locos”.
Lo que sí debería de cambiar es la forma en la que se accede un terapeuta. Aunque nuestra Sanidad funciona mucho mejor que la de otros países, hay un gran vacío que hemos dejado sin estudiar y no entiendo el por qué, después de haber pasado una pandemia mundial y en una época en la que la tasa de suicidios es de 11 personas diarias.
Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya una mejor accesibilidad a Sanidad Mental.
Yo llevo más de quince acudiendo al psicólogo, una terapeuta que siempre ha sido privada porque nunca me llegaron a llamar para ofrecerme un psicólogo por la Sanidad Pública; porque cuando investigamos, vimos que existían unas listas de espera enormes; y porque el tiempo de sesión es de 45 minutos. ¿Cómo te abres internamente con una persona que no te conoce en 45 minutos?
Además de todo esto, mis sesiones cuestan alrededor de los 80€. Yo he tenido la suerte de que en mi familia nos lo hemos podido permitir, pero es evidente que existen personas que necesitan esa ayuda mental y no tienen recursos ni para comer, no pueden pensar la posibilidad de gastarse 80€ en una sesión de psicología.
Es por eso, por lo que es muy necesaria que se enfatice en la salud mental. Es una afección que cada día está provocando más problemas y ahora que todavía podemos, debemos darle esa importancia a los terapeutas que hasta ahora no le habíamos dado. La Seguridad Social debe estar preparada para acoger eficientemente a una ola de personas que van a acudir y que ya están acudiendo a pedir ayuda para mejorar su sistema emocional.