Pregunta para Congreso de la República de Colombia
¿Cuándo se formularán proyectos de ley que permitan usar espacios para convertir residuos orgánicos en abono? ¡Luchemos para replicar iniciativas de economía circular!
No es un secreto que los rellenos sanitarios generan contaminación, incomodidad y malos olores en los sectores donde están ubicados. Lo que muchas personas aún desconocen, es que la basura no existe; gran parte de lo que desechamos cada día en nuestros hogares son residuos orgánicos que pueden aprovecharse, que deben tener una segunda oportunidad.
Teniendo esta idea en mente, desde hace dos años le metimos la ficha a Vive Vibra Verde, un emprendimiento conformado por seis personas que luchamos por demostrar por qué con pequeñas acciones alcanzamos grandes cambios.
Sigue leyendo nuestra historia, da clic en apoyar y comparte con tus contactos para que un congresista colombiano conteste la pregunta con la que iniciamos este texto. Necesitamos 350 firmas para obtener respuesta.
¿Cómo le damos un segundo uso a lo que la gente llama basura? Los lunes, miércoles y viernes de cada semana recorremos nuestro sector en triciclo, para recordarles a los vecinos que recibimos ecobotellas, empaques tetra pack, aceite de cocina usado y residuos orgánicos vegetales para crear abono que luego comercializamos en la zona.
Sabemos que los recicladores de oficio no se llevan estos materiales porque no ganan por su recolección, por lo que en Vive Vibra Verde los llevamos a nuestro laboratorio ambiental para picar, deshidratar y moler para producir el abono orgánico que se puede usar con todo tipo de plantas. En este proceso, que dura entre tres y cuatro días, no agregamos químicos, no generamos lixiviados ni producimos malos olores.
Economía circular en comunidad
Esta idea ha madurado con el tiempo y se ha arraigado en la comunidad, que se ha acostumbrado a separar sus residuos para que nosotros, con el apoyo de dos recicladores que han dignificado su labor, los recojamos sin costo alguno.
De esta manera, le apostamos a la economía circular, de la que también hace parte una huerta comunitaria, en la que usamos nuestro abono y sembramos lechuga, tomate, zanahoria, rábano y arveja para venderles a quienes ya nos conocen.
Los recicladores que nos acompañan han mejorado su calidad de vida: cuentan con nuevas carretas y uno de ellos finalizó su bachillerato. Esperamos que más personas puedan crecer con nosotros y demostrar por qué este trabajo, como cualquier otro, debe ser respetado y reconocido.
Estamos convencidos de que la educación y la sensibilización son el camino para generar prácticas más sostenibles. Vive Vibra Verde pasó de recibir residuos de 15 a 400 familias del sector, que se concientizaron y ahora saben separar de forma adecuada.
Nuestra esperanza es un mundo en el que los temas ambientales no solo sean cuestión de voluntariados, sino de reconocimiento y progreso. Esperamos contar con más terrenos, con un gran laboratorio ambiental para deshidratar residuos de una o dos localidades de nuestra ciudad.
Queremos procesar más de las 6.5 toneladas de residuos orgánicos que ya transformamos, es decir, que nuestra idea sea replicada en otros espacios públicos o privados. Se necesitan lugares como terrazas, donde llegue la luz del sol y donde la comunidad esté dispuesta a mejorar sus acciones para dejar una huella positiva sobre la tierra.
De 10 kilos de residuos orgánicos, producidos por una familia de cinco personas, podemos sacar un kilo de abono. Esta cifra es descomunal si ponemos como referente un barrio o una localidad, por lo que tenemos una gran tarea que desarrollar.
En ese sentido, la pregunta de Vive Vibra Verde al Congreso de la República es ¿Cuándo se formularán proyectos de ley que permitan usar espacios de los barrios para convertir residuos orgánicos en abono?
¡Luchemos para replicar iniciativas de economía circular como las de Vive Vibra Verde a lo largo y ancho de nuestro país! Da clic en apoyar, registra tus datos y comparte con tus contactos para que nuestra petición llegue a 350 firmas.