Las filtraciones son una buena noticia. Lo realmente triste es que estas cosas se sepan gracias a filtraciones y a gente que se juega muchas cosas cometiendo esta "ilegalidad" democrática.
Revelan las sospechas que se venían manifestando desde hace tiempo: el TTIP es un ataque a la soberanía, al medioambiente y a la salud. Una amenaza que viene desde el lado neoliberal.
Es importante remarcar ahora más que nunca que si se logra detener el TTIP (aunque también debemos parar el CETA) habrá sido gracias a 3 años de Campaña #StopTTIP y de movilización ciudadana, y no solo a una filtración puntual ni a la aparente negativa del presidente de Francia Hollande.