El anuncio de la Generalitat de cerrar los centros deportivos de Barcelona y 12 municipios de su área metropolitana supone un golpe a nuestros negocios, y puede terminar de hundirnos. Los trabajadores de los gimnasios nos hemos plantado y llevamos 3 días de huelga de hambre en la Plaza de Sant Jaume exigiendo la reapertura de nuestros centros.

Nuestro sector fue uno de los primeros en cerrar durante el Estado de Alarma y, después del confinamiento, nuestros centros invirtieron una media de 2000 euros en material de desinfección. Todo este tiempo hemos tomado todas las medidas de seguridad: medimos la temperatura de los clientes, hacemos una desinfección exhausta de todas las máquinas y objetos y nos aseguramos que se cumpla la distancia de seguridad. 

En ninguno de los 4000 gimnasios de España se ha encontrado un rebrote preocupante. Sin embargo, la consellera Alba Vergés decidió cerrar hace una semana todos los centros deportivos hasta el próximo aviso. 

Después del azote económico que nos dejó el confinamiento, los centros deportivos nos obligados a volver a cerrar, estando bares, parques acuáticos, centros comerciales, playas e infinidad de sitios abiertos que también pueden ser un foco de contagio. La gente se va de los gimnasios para ir a otros sitios públicos que no tienen unas medidas de seguridad tan exhaustas como las nuestras. 

Otro parón para nuestro sector puede suponer nuestro hundimiento. Además, se está trasladando a la población el mensaje de que los gimnasios son un foco de contagio (dándonos mala publicidad) cuando no hay cifras que puedan inducir a pensar en ello. 

En las últimas semanas hemos organizado distintas concentraciones para evitar el cierre de nuestros negocios, sin éxito. Muchos políticos nos han dado la razón, pero no han hecho nada para impedir que esto sucediera. Desde hace tres días, decenas de propietarios de gimnasios estamos haciendo huelga de hambre. Empezamos acampando, pero la policía nos prohibió la tienda de campaña, por lo que estamos durmiendo en la calle. 

Los centros deportivos no somos el problema, si no parte de la solución: el deporte es sinónimo de salud, y es importante que la población esté saludable en una situación de pandemia. 

Por este motivo, nos dirigimos al Parlament de Catalunya para que tenga en cuenta esta situación y reabra los gimnasios. Hay muchas familias que viven de ello y no podemos dejar que estos negocios se hundan. 

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