Soy Xavi Abat y trabajo como abogado desde 1999. Empecé a subir contenido a redes sociales (Tiktok e Instagram) por casualidad hace 10 meses y por la recomendación de un cliente que me animó a hacerlo. La gente está reaccionando muy bien al contenido, me dicen que hay mucho desamparo en estas temáticas y que estoy democratizando el derecho acercándolo a las personas.

La gente me contacta para que les oriente sobre cómo pueden proceder con sus temas y en ocasiones hasta les envío formularios para que comiencen el proceso legal que corresponda.  Me centro en explicarle a las personas sus derechos y sus obligaciones, si tengo que hacer un vídeo criticando el ciberacoso  o el abuso sexual, lo hago sin ningún problema para visibilizar y concienciar. Pretendo recordar a los jóvenes y a la población en general cuáles son sus obligaciones.

Quiero recomendar a las víctimas que estén sufriendo ciberacoso que saquen fuerzas para denunciar porque no están solas. Comprendo que es un proceso difícil, duro y que les hará remover todo lo vivido, pero no hay que permitir que siga ocurriendo para que estos acosadores dejen de repetirlo con nuevas víctimas. Debemos ponerles límites, concienciar y animar a la población a denunciar por su situación personal, pero también por los demás. Mediante las denuncias podemos destapar a estas personas.

Es fundamental cambiar las conductas sociales mediante la educación, no solo se consigue mediante la aplicación de  leyes más duras, tiene que haberlas, pero hay que educar a la gente desde la infancia con pedagogía transmitiendo los valores de respeto, humildad y empatía. Si todos y todas fuésemos un poco más empáticos, educados y humildes, la gente no haría las burradas que hacen. 

En las escuelas hay que educar en la diversidad, todos somos iguales y merecemos respeto como seres humanos. Me asombra mucho que hoy en día con los recursos que tenemos y lo inteligentes que somos, todavía existan casos  de discriminación y estos perjuicios. Hay que educar en el respeto, yo lo veo algo muy lógico y no comprendo como se siguen produciendo estos casos.

Me gustaría reivindicar que cualquier caso de abuso o de ciberacoso es algo asqueroso, me preocupan especialmente los menores porque las niñas y los niños están muy expuestos. Son varios los casos que se han ocultado y tapado por parte de la Iglesia, me gustaría que pidieran perdón por todo este maltrato a las víctimas. El problema es que este tipo de delitos prescriben y cuando por fin salen a la luz es demasiado tarde para actuar, quiero pedir a los políticos que se cambie la ley para que estos delitos no prescriban nunca. Debemos perseguirlos, señalarlos y erradicarlos.

Por todo esto, quiero pedir que hagamos hincapié en la importancia de la educación y de la aplicación de programas de concienciación desde la infancia para prevenir casos de abuso, acoso, ciberacoso o cualquier otro tipo de maltrato o prácticas que atenten contra la dignidad de las personas. Es una plaga que debemos erradicar, haciendo seguimiento para ponerle nombre y apellido a estas personas y que paguen por todo el daño que han hecho.