Hola Íñigo

Es evidente que estamos ante un drama humanitario que no habíamos visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Las imágenes que todos hemos visto en los medios de comunicación no pueden, ni deben, dejar a nadie indiferente. Pero hay que tener claro que ningún país puede hacer frente a esta situación por sí mismo. Se trata de un problema que afecta al conjunto de la Unión Europea y a ella le toca establecer una política común de inmigración y acogida, así como contribuir con los fondos necesarios para llevarla a cabo. 
En una situación tan excepcional como esta, el Gobierno no va a escatimar esfuerzos ni recursos para atender a la población refugiada, acogiendo a todas las personas que solicite la Unión Europea. El Congreso asignará 200 millones extra para la acogida a refugiados, así como diversas iniciativas para ofrecerles la máxima ayuda posible. Pero está claro que es imprescindible coordinarlas correctamente desde el Gobierno para evitar el caos, ser eficaces, atender correctamente a los afectados y tener un control de las personas que llegan. 
Por lo tanto, no se puede comparar este caso con ningún otro, ya que la acogida debe tratarse como un recurso de emergencia, ya que nuestra capacidad de absorción es limitada. Creo que tenemos que redoblar los esfuerzos para solucionar los problemas en origen, poniendo fin a las guerras y procurando la libertad, la estabilidad y el desarrollo de las regiones empobrecidas del mundo.

Un saludo,

XGA