Me llamo Yolanda, y tengo un pequeño lucero con TEA que le ha llevado a ser discriminado en muchas escuelas públicas de Alicante. Bien porque alegan no tener medios para no atenderlos, o porque la burocracia es tan lenta que acaban por no proporcionarles los recursos necesarios, aunque la normativa lo exija. 

En nuestro caso, no nos sentimos apoyados por el centro, aunque estamos pidiendo algo que nos corresponde por Ley, y la única opción que nos dan, es cambiarle de centro perdiendo las amistades que le dan confianza y cariño para ir cada día a clase.

Por ello exigimos aulas TEA en todos los centros, para que todos los niños tengan el derecho a recibir una educación de calidad que se ajuste a sus necesidades y garantice su mejor desarrollo. Que no solo cuenten con apoyo especial en las aulas ordinarias, sino también con aulas específicas para cubrir y fomentar el desarrollo intelectual de menores, que requieran atención especializada. Queremos una educación inclusiva. Necesitamos personal docente especializado en TEA.

La sociedad y el sistema educativo parecen no querer darse cuenta, pero estos niños tienen muchas capacidades que ofrecer. Solo necesitan personal terapéutico que les ayude en su integración social. 

Por ellos, y por los que vendrán, no podemos permitir que las instituciones jueguen con su vulnerabilidad. Los niñxs con necesidades educativas especiales nos necesitan, y seguiremos luchando por su igualdad.