Pregunta para Parlamento de Canarias
Lo que decimos y hacemos padres, madres y profesores delante de los niños es decisivo para la prevención o la reproducción del acoso escolar y el ciberacoso. ¿Por qué no hay más formación en este sentido, tanto para familias como para profesorado?
Me llamo Yurena Ramos, soy de Gran Canaria y soy psicóloga, maestra y mamá, así que puedo hablar de la educación y la crianza desde tres ángulos distintos. Tengo 16 años de experiencia en la docencia, trabajando en diferentes centros escolares de Gran Canaria y también en Madrid, donde estuve cinco años.
Aparte de mi trabajo como maestra, ayudo a familias y profesores dando herramientas y estrategias para fomentar una crianza lo más respetuosa posible con los niños. Además, difundo contenido en mi página web y en redes sociales como Instagram y Facebook, para compartir mis conocimientos con personas que puedan estar interesadas.
Es importante recordar que los niños y niñas aprenden las 24 horas del día, no solo cuando están en clase o cuando sus padres les enseñan sobre algo. Con esto quiero decir que lo que digamos o hagamos delante de ellos, tanto docentes como padres y madres, puede influenciar mucho en su forma de pensar, de actuar y de tratar a los demás y a uno mismo.
Esto se debe tener muy presente, ya que ciertos comentarios o actitudes pueden hacer que un niño tenga más posibilidades de convertirse en acosador o en víctima de acoso escolar. Ahí también entraría el ciberacoso, que ha aumentado en los últimos años, especialmente durante la pandemia.
Por ejemplo, si hablara mal de una persona por su aspecto físico delante de mis hijos, ellos podrían entender que es normal y legítimo meterse con sus compañeros por el motivo que sea. Otro ejemplo: si fuera demasiado exigente con mis hijos, hablando solo de las cosas negativas, podría afectar a su autoestima, lo que puede hacerlo más vulnerable y más propenso a ser víctima.
Es por ello que quiero dirigirme a los miembros del Parlamento de Canarias, ya que soy de las Islas Canarias y son mis representantes en dicha cámara, para que haya más formación para el profesorado y las familias de nuestro alumnado sobre cómo mejora su autoestima y la prevención de acoso escolar. Esto serviría para concienciar y ayudar a prevenir ciertas actitudes que llevan a casos que, lamentablemente, se siguen dando en la actualidad.
Un niño o niña que abusa, que es víctima de dicho abuso o incluso el que observa sin mediar, no adquiere ese rol de la nada. Detrás hay todo un proceso de aprendizaje marcado por su entorno. Lo que quiero decir con esto es que el trabajo conjunto entre la familia y la escuela es imprescindible para abordar temas como el acoso escolar.