Pregunta para Asamblea de Madrid
Madrid sigue siendo de las comunidades que menos pagan a sus enfermeras. ¡Firma para que se ponga en valor a la Enfermería y se le reconozcan los derechos que le corresponden!
Hola, soy Alberto de la Guardia y soy enfermero en la Comunidad de Madrid, concretamente llevo 37 años trabajando en enfermería de cuidados médico-quirúrgicos. Yo soy enfermero generalista y llevo ocupando el mismo puesto toda mi carrera profesional (Quirófano). Las enfermeras, debido a su nula especialización en general, en multitud de ocasiones ocupan puestos para lo que no están preparadas. Muchas veces son desplazadas de su puesto de trabajo a otras áreas con el consiguiente riesgo que esto conlleva. Esto se debe a que no existen especialistas suficientemente formados en muchos campos. Desde los años 80 del siglo pasado llevamos esperando que esto no ocurra. Hoy por hoy hay especialistas en Salud Mental, Pediatría, Geriatría, Familiar y Comunitaria, Obstétrico-Ginecológica y Trabajo. Especialistas que salvo Obstétrico-Ginecológica (Matrona) no tienen prácticamente plazas reservadas. Cuidados Médico-Quirúrgicos lleva desde año 2005 durmiendo en algún cajón del ministerio.
Desde el año 1987, que apareció el primer Decreto de Especialidades de Enfermería en el cual se eliminaban las especialidades de los antiguos ATS (Ayudantes técnicos sanitarios) el ministerio lleva prometiendo desarrollarlas. Hoy por hoy está en vigor el decreto del año 2005, decreto aún inconcluso. En mi caso, llevo 37 años ejerciendo en quirófanos y no soy especialista en ello, ya que mi especialidad en concreto está completamente parada, como lo están Urgencias o Cuidados Intensivos... Cada año salen miles de graduados en enfermería y tan solo se ofertan 1.822 plazas, por lo que hay miles y miles de personas que no pueden especializarse. Actualmente los Graduados en Enfermería optan a un examen al finalizar sus estudios para acceder al sistema de residencia, obteniendo tras su paso por ésta su título de especialista. Desde siempre han existido enfermeras que han trabajado en áreas como pediatría, atención primaria, geriatría…años y años de experiencia y formación en sus respectivos campos pero que no han podido especializarse. Enfermeras que sin ser especialistas han formado y forman a residentes. Plazas que probablemente acaben ocupadas por enfermeras vía residencia, vía que por otra parte es tan justa y necesaria como la posibilidad de realizar accesos excepcionales a las más veteranas. Accesos que se han repetido para que otros especialistas pudiesen demostrar su valía en otras ciencias de la salud. Hoy por hoy Enfermería es un Grado universitario de 4 años con 240 créditos ECTS mas dos años quienes puedan especializarse vía residencia con un techo de cristal que nos es imposible romper al estar catalogados como A2 en el Estatuto Básico del Empleado Público. Nos es imposible acceder a puestos de gestión reservados al Grupo A1, carreras universitarias con los mismos crédito y duración que si pueden acceder a estos puestos.
Como tantos otros temas la carrera profesional genera también una gran problemática. Las enfermeras a lo largo de su vida van ampliando sus conocimientos. Realizan másteres, doctorados, cursos profesionales, acuden a seminarios, conferencias, escriben libros, publican en revistas especializadas, acuden a congresos, se dedican a docencia, realizan investigación... La carrera profesional está encaminada a reconocer mediante cuantías económicas la evolución profesional de cada enfermera. Existen niveles que vamos escalando según demostramos valía, conocimientos y formación. Cada comunidad desarrolla su propia carrera reconocida por la ley. Actualmente Madrid solo la reconoce para el personal estatutario. Personal laboral, interino o eventual no puede acceder a ella. En unos casos no se desarrolla el convenio colectivo que lo regula, en otros sólo reconoce nivel, pero no las cuantías económicas. Muchas veces los niveles profesionales están paralizados y no van acorde a lo que merecemos, por lo que continuar con una formación acaba no mereciendo la pena. Las enfermeras no podemos estar de acuerdo con un decreto de especialidades que se ha desarrollado tarde y mal. Profesionales con una amplia experiencia, yo mismo con 35 años, no han tenido la oportunidad de especializarse. Colocar a enfermeras en un puesto de trabajo que no conocen es un verdadero peligro para la salud de los pacientes que cuidamos. Tan impensable es que un traumatólogo haga guardias de oftalmología, una matrona lo haga en una UCI o una enfermera hoy esté aquí y mañana allí…
Mención aparte merecen las elecciones al Colegio de Enfermería de Madrid, en las cuales la candidatura continuista logró una victoria sustentada en el voto por correo. Es cuando menos curioso que una candidatura arrase en el voto presencial y la otra lo haga en el voto por correo. Es curioso que, basándose en unos obsoletos estatutos, que hasta el Defensor del Pueblo recomendó cambiar hace años, solo se coloque una urna para más de 50000 enfermeras en un periodo de 8 horas. 8 horas en las que solo pudieron votar unas 1400 enfermeras tras unas esperas de más de 6 horas. Es curioso que el colegio no responda a las reclamaciones efectuadas, es curioso que la comunidad responda que protestemos a nuestro colegio pues sobrepasa sus competencias…Es curioso todo el proceso electoral.
Por todo ello me quiero dirigir a los miembros de la Asamblea de Madrid para que tengan en cuenta a las enfermeras. No queremos discursos vacíos, ni más palabrería. Nos sobran los aplausos, los homenajes y cualquier cosa que no nos reconozca y nos ponga en valor. Es necesario que existan contratos dignos, estamos hartos de las penalizaciones en bolsa por rechazar contratos, cansados que no se reconozcan suficientemente a los especialistas, que se oferten 1800 plazas al año, 225 para todo Madrid a fecha de hoy, queremos que se nos pague la carrera profesional sin importar el contrato que se tenga o estatutario, laboral, fijo interino, eventual...Madrid sigue siendo de las comunidades que menos pagan a sus enfermeras, la comunidad de Madrid lo sabe y parece que solo debemos vivir de medallas y homenajes. Seguimos oyendo por todos lados vocación y de eso no vivimos. Hartos que el Gobierno central nos dé de lado con la categoría profesional, que no respete lo firmado el 15 de abril del 2013 con el Consejo General y un sindicato profesional. Hartos que no desarrolle todas las especialidades y encima se vanaglorie de cómo lo gestiona. El último ejemplo lo vemos con la especialidad de familiar y comunitaria con 10 años de espera para poder optar al ejercicio de acceso excepcional.
Volveremos a oír la misma cantinela de siempre, volveremos a seguir oyendo parabienes y halagos, pero ya no nos interesa. Queremos hechos. Hechos que nos demuestren nuestra valía y que nos coloque en el lugar que, no solo nos merecemos, sino que nos corresponde. Categoría profesional A1, especialistas y con nuestra carrera profesional.