Pregunta para Parlamento de Catalunya
¿Por qué se permite la presencia en el Congreso de partidos que difunden discursos de odio hacia los colectivos más vulnerables?
Hola, me llamo Alejandra Hidalgo, tengo 35 años y soy panameña, pero desde hace mucho tiempo resido en Girona con mi mujer. Escribo este texto en el día de la visibilidad lésbica para apoyar al colectivo, como integrante que soy, y también para pedir más empatía social y pedir a la gente que no forma parte del mismo que nos apoye en nuestra lucha por conseguir la igualdad de derechos.
Como conocedora de las dos realidades, he de decir que en Latino América las cosas para las parejas homosexuales son todavía más difíciles, no obstante, esto no significa que en España no quede camino por recorrer. Todo lo contrario. De hecho, aquí he vivido bastantes situaciones homófobas que me han hecho plantearme si realmente estamos avanzando como sociedad.
En mi caso, he vivido dos situaciones graves. La primera fue en la embajada de mi país, donde tenía que realizar unos papeles y me los denegaron por el hecho de estar casada con una mujer (en mi país no es legal el matrimonio homosexual). La segunda vez que me topé con un episodio desagradable fue a la hora de registrar a mi hija. Mi mujer estaba de reposo tras una cesárea y tuve que ir yo sola al registro civil. La persona que me atendió parecía no entender la situación y me hacía preguntas de las que yo me preguntaba al mismo tiempo si también se las haría a una pareja compuesta por un hombre y una mujer. Preguntas del tipo: “¿tengo que poner que las dos sois progenitoras?”. En ese momento una se arma de paciencia y le explica el procedimiento para ver si lo consigue comprender.
En lo social, las preguntas como “¿quién hace de hombre?” son muy habituales y a mí me indignan mucho. También nos preguntan mucho quién es el padre de nuestra hija. Estos son comentarios y situaciones cotidianas en la vida de una pareja homosexual. La falta de educación y la poca empatía de muchas personas hace que esto suceda.
Personalmente, considero muy importante que esto se corrija desde la educación en casa, en colegios y, también, en las instituciones y administraciones tanto públicas como privadas (mediante charlas o cursos por ejemplo). Esto es importante porque la gente de mayor edad está muy desinformada y esto provoca muchos de los comentarios que sufrimos en nuestro día a día. Mi madre es un claro ejemplo de ello. Cuando les comenté a mis padres que era lesbiana no lo entendía y, especialmente mi madre, tuvo que acudir a terapia para poder llegar a comprender y respetar mi vida. A día de hoy, ella apoya totalmente a mi familia.
Con todo esto, me gustaría dirigirme a los políticos y políticas de España con la siguiente pregunta: ¿por qué existen partidos políticos con discursos de odio discriminatorios hacia los colectivos más vulnerables? Me da la sensación de que cada vez que los ciudadanos avanzamos un pasito, los políticos nos hacen retroceder tres.