Mi nombre es Alejandro Torres y soy de Bogotá, específicamente de la localidad de Fontibón. Soy politólogo en formación de la Universidad Nacional y activista de temas como la promoción de la paz, la participación democrática juvenil y la protección del ambiente. Así, pertenezco a la red colombiana de líderes juveniles Red Kolumbien además de grupos de ambientalismo Colombiano.

El ambiente es una de mis prioridades y llevo 5 años abogando por él. En mi lucha personal y colectiva he podido proteger un bosque de arbolado urbano ubicado en el barrio Modelia  de la misma localidad en la que resido, he hecho campañas de cultura ciudadana con bares y la comunidad en temas como gestión de residuos y colillas que taponan las alcantarillas, he impulsado actividades de gobierno escolar  en colegios con pedagogía de carácter ambiental como huertas Urbanas y acciones de liderazgo en defensa del Humedal de Capellanía. Estas son apenas unas de las acciones en las que he participado, pero hay miles de acciones puntuales que los ciudadanos y el Estado pueden realizar para hacer frente a la crisis climática a la que nos enfrentamos. 

En primer lugar, es necesario controlar el material particulado. Es muy importante reducir los residuos de carbono y los gases de emisión tóxica, pues estos son responsables, en gran medida, del deterioro medioambiental. Si el país realmente quiere llegar a ser carbono-neutro en 2050 como se dijo en la Cumbre sobre Cambio Climático de Naciones Unidas en Septiembre de 2019, la Estrategia Climática de Largo Plazo de Colombia E2050 debe acoger a más empresas privadas. Debe haber más control para estas entidades privadas y estatales, pues su aporte a la contaminación es significativo. Además, los generadores, transmisores, comercializadores y operadores de red de energía deben enfocarse, cada vez más, en energía limpia, sostenible y sustentable. 

Por esto, el uso de energías renovables es clave para frenar el cambio climático. Sea energía eólica, solar, hidráulica o de otro tipo, la energía renovable es un componente clave para ser cada vez más sostenibles. Los países desarrollados son un claro ejemplo de cómo se ha tratado de acudir a las energías renovables cada vez más. Así como ellos dan ejemplos, las entidades estatales deberían dar el suyo al resto del país también. El cambio debe empezar por el ejemplo, entonces si queremos un cambio a nivel nacional es indispensable que las entidades distritales inicien a basar su consumo de energía en una sostenible. 

Además, se debería invertir más en implementar energías renovables en las zonas rurales del país. Para atizar la grave crisis en las zonas rurales se podrían utilizar paneles solares para generar energía limpia y reducir costos de traslados de energía a las comunidades rurales al ser reemplazada con energía solar. 

Por otro lado, en algunas ciudades se deberían implementar los SUDS, es decir, los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible. En Bogotá, por ejemplo, la recolección de aguas lluvias y aguas negras se hace a través de un mismo sistema y las aguas llegan a las Plantas de Tratamiento Residual (PTAR) juntas. Esto lleva a que las aguas sucias contaminen las limpias y el proceso sea menos eficiente. Así, si las autoridades locales implementaran SUDS en las zonas urbanas en donde no hay sistemas de drenaje óptimos, se podría contar con suelos que permitiera filtrar el agua lluvia por medio de canaletas. 

Por último, siguiendo con la lógica de que el cambio llega con el ejemplo, se deberían implementar buenas prácticas de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por las Naciones Unidas) al interior de las entidades gubernamentales distritales. Algunos de los puntos de los ODS que se concentran en el medioambiente son: Agua Limpia y Saneamiento (6), Energía Asequible y No Contaminable (7), Ciudades y Comunidades Sostenibles (11), Producción y Consumo Responsables (12), Acción por el Clima (13). Entonces, si tantos puntos de los ODS pertenecientes a una asociación tan importante como la ONU hablan de la responsabilidad ambiental, ¿por qué no se está priorizando más la acción contra el cambio climático en la agenda pública?

El ambiente debe ser una prioridad y el presupuesto estatal debería ser más amplio para la protección de este. ¿Me ayudas a apoyar y difundir esta petición para estar un paso más cerca a combatir el problema? Ayúdame a visibilizar la crisis medioambiental y la necesidad de luchar contra ella con tu firma. Si llegamos a 350 firmas, se presentará la petición a los miembros del Congreso para que nos den una respuesta. ¡Muchas gracias!