Pregunta para Congreso de los diputados
La falta de información sobre el colectivo LGTBI supone años de silencio, de vergüenza y hasta de culpabilidad. ¿Por qué no se ofrecen charlas LGTBI de calidad en las aulas y se fomenta la creación de un “Departamento LGTBI” en el centro escolar?
Me llamo Álex, tengo 18 años y soy un chico trans. Actualmente estoy cursando un grado superior de Energías Renovables, y fuera de los estudios me dedico a la divulgación trans por Instagram. Hace un año decidí lanzarme a crear mi cuenta @trans.gresores debido a toda la desinformación que había y hay sobre mi colectivo, además de la expansión del “feminismo” trans-excluyente, una gran y preocupante amenaza para nuestros derechos fundamentales, que sólo podía combatirse con información y visibilidad. Sólo esto consigue despertar la empatía, y más en un/a niño/a o adolescente.
Para despertar esa conciencia social creo que es necesario introducir charlas LGTBI de calidad en las aulas, así como nombrar a personajes LGTBI en los temarios de las asignaturas, ya que no contamos con ningún tipo de representación en materias de humanidades tales como Historia. Lo mismo sucede con las realidades trans e intersexuales en los libros de Biología o similares, que constantemente fomentan el binarismo mujer-vulva/hombre-pene.
A día de hoy lo que no se nombra no existe para la sociedad, y para una persona del colectivo la falta de información supone años de silencio, de vergüenza y hasta de culpabilidad. En el caso de una persona trans, este silencio puede costar literalmente la vida, ya que no puedes ser tú en tu día a día. Descubrir que existen más personas como tú y que lo que estás viviendo y sintiendo es completamente normal es una de las cosas más reconfortantes y tranquilizadoras que le puede pasar a una persona, especialmente a edades tan jóvenes, donde la vulnerabilidad llega a su máximo nivel.
Para aquellos o aquellas que no formen parte del colectivo también es crucial recibir charlas de este tipo, porque todos/as formamos parte del mismo engranaje y tenemos el deber ético y moral de saber conocer y tratar correctamente a quienes nos rodean, de lo contrario viviríamos eternamente en el odio irracional, y por consecuencia en la amargura. Además, todo esto llevado a las calles y a los hogares reduce considerablemente las agresiones y la violencia que sufrimos, así como trastornos emocionales y las tasas de suicidio, que tan poco se nombran pero que por desgracia son preocupantemente elevadas, sobre todo en el colectivo trans.
Otro elemento que aumentaría muchísimo la calidad de vida de los/as estudiantes sería la existencia de un “departamento LGTBI”, donde las personas del colectivo que necesitaran ayuda dentro de su centro educativo pudiesen contar con la ayuda de un psicólogo o profesional. De igual manera para las personas trans que recién estén empezando el tránsito durante su etapa académica, etapa que es extremadamente delicada y donde la persona necesita total amparo y medidas rápidas como: el cambio de nombre en las listas, la formación del profesorado para saber tratar y entender al alumno/a, formación también en el aula hacia sus compañeros para fomentar un entorno inclusivo y acogedor, la aportación de un baño y vestuario separado para su tranquilidad, etc.
Por todo ello, me dirijo a las y los miembros del Congreso de Diputados para que tomen medidas al respecto y ofrezcan charlas LGTBI de calidad en las aulas, nombren a personajes LGTBI en los temarios y fomenten la creación de un departamento para el colectivo.