Mi intención es establecer una fiscalidad más justa con impuestos y tasas más sencillas y progresivas. No se trata de recaudar más. Bilbao ya ingresa por este concepto una cantidad suficiente. Pero hay que hacerlo de forma más equitativa y más justa.

Revisaré el IBI, ajustándolo a la realidad actual de nuestra ciudad, para que quienes vivan en barrios con menor renta, no paguen más que los que viven, por ejemplo, en algunas calles del centro de la ciudad. Para ello, será necesario revisar también los valores catastrales que es competencia de la Diputación Foral y lleva años sin hacerlo.

Y aunque tampoco es competencia municipal, no comparto que algunas confesiones religiosas, (especialmente la Iglesia Católica) estén exentas del pago del IBI en inmuebles de su propiedad. Y desde la Alcaldía haré lo posible para eliminar este privilegio.