Me llamo Karen, soy de Madrid, pero toda mi familia es de Ecuador. Desde pequeña he tenido que lidiar con algún que otro acto racista. No tanto hacia mi persona, pero si hacia los de mi alrededor. 

Muchas veces, más que en los comentarios, el racismo puede verse en el trato que se ofrece a una persona. Sin ir más lejos, cuando vas a una tienda ya te tratan de forma distinta por no ser o no parecer español. 

Además, con la proliferación de las redes sociales este tipo de comentarios se han intensificado, llegando a ser una realidad preocupante. Sin embargo, no existe ningún tipo de filtro o censura contra este tipo de actos. Por ello, en primer lugar, me gustaría reclamar más medidas relacionadas con este aspecto. Debería existir un filtro en las redes sociales que penalicen a los usuarios que empleen sus cuentas para esto. 

Actualmente, estudio sociología. Gracias a esta carrera he podido abrir los ojos en muchos aspectos, motivo por el cual mi objetivo futuro es dedicarme a la investigación o la intervención social.

Para crear una sociedad menos racista, lo principal es la reeducación. Para ello, debemos ir a la raíz del problema. He aquí mi segunda reivindicación: Debemos educar desde edades tempranas para evitar que el racismo esté tan normalizado. Asimismo, sería interesante llevar a cabo medidas para reeducar a las personas adultas, sobre todo para que se dejen de decir frases con trasfondo racista y aprendan a empatizar más.

Por todo ello, me dirijo a las y los miembros de la Asamblea de Madrid, por ser mis representantes en dicha cámara, para que sean conocedores de la situación y actúen al respecto.