Pregunta para Eusko Legebiltzarra
¿Cuándo van a contar con la educación social en las escuelas para fomentar la educación emocional, la mediación y la resolución de conflictos, y así prevenir, detectar y abordar el acoso escolar?
Me llamo Álvaro, soy de Bilbao y estoy estudiando un doble grado de educación y trabajo social. Me apasiona todo este mundo, me encanta aprender cosas nuevas y también compartirlas. De hecho, en mi cuenta de Instagram divulgo contenido de interés para concienciar y ayudar a las personas que lo necesiten.
Un tema sobre el que hablo a menudo es el acoso escolar, sea por el motivo que sea: LGTBfobia, racismo, machismo, gordofobia… Es un problema que sigue afectando a la infancia y adolescencia y a sus familias y, aunque se hable más de ello, sigue produciéndose de forma preocupante.
Además, en los últimos años, ha surgido una nueva forma de acoso escolar: el ciberacoso. La principal diferencia es que se puede dar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, aparte de que es más difícil de detectar por parte del profesorado. La violencia verbal o psicológica también es una forma de acoso que cuesta detectar y que incluso puede afectar más a la víctima que la violencia física.
Hace años que los y las profesionales de la educación social reivindicamos un papel más activo en los colegios, no solo como profesionales externos, sino como personal interno en los centros. Esto podría ayudar en muchos aspectos, entre ellos el bullying.
Ante esto, quiero dirigirme a los miembros del Parlamento Vasco, ya que soy de Euskadi y son mis representantes en dicha cámara, para que los centros escolares cuenten con la educación social para trabajar en la resolución de conflictos como el acoso escolar.
Los educadores y las educadoras tenemos la formación y la capacidad de detectar señales de acoso; de dar charlas y talleres sobre educación emocional; de tomar el rol de mediador, acompañar a los familiares de la víctima, pero también del victimario, así como hablar con otros compañeros y compañeras de clase y sus familias, ya que al no hacer nada al respecto, de un modo u otro se acaban convirtiendo en cómplices. Nuestra labor puede ayudar mucho a prevenir estos problemas y por eso necesitamos que se nos tenga más en cuenta.