La primera vez que fui acosada en un espacio público tenía ocho años. Las mujeres, niñas y niños estamos desamparados ante este tipo de delitos. ¿Cuándo tomarán las medidas necesarias?

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Me llamo Ana, soy docente y vivo en la Comunidad de Madrid. Como muchas mujeres, por no decir la gran mayoría, he tenido que enfrentarme a diferentes actos de acoso en espacios púbicos. 

La primera experiencia que recuerdo sucedió cuando tenía entre ocho y nueve años. Estaba andando por la calle, camino al colegio, y un hombre comenzó a masturbarse a mi lado. En ese momento no entendía lo que estaba pasando. 

A los 14 años, mientras me encontraba con un grupo de amigas, un señor mayor se acercó a nosotras y empezó a insultarnos, “puta” fue la palabra más normalita que salió de su boca. Segundos después se masturbó delante nuestra. 

Por aquel entonces, cuando contabas lo que había sucedido nadie hacía nada, recuerdo que en casa decían lo típico de “es el viejo verde del pueblo”. Estaba normalizado. Ahora, la sociedad ha avanzado y estos actos son condenados a nivel social. Sin embargo, falta mucho hacer a nivel legal. 

Con la proliferación de internet y la llegada de las redes sociales, todos/as somos más vulnerables a este tipo de hechos. Cada vez son más las niñas, niños y mujeres que sufren ciberacoso, muchas incluso sin llegar a saberlo. 

Necesitamos leyes que amparen a las víctimas que hacen frente a este tipo de actos y condenen a los acosadores. Estamos hablando de situaciones muy desagradables, menores que sufren y delitos que no están penados ni condenados. 

Del mismo modo, como maestra, he podido darme cuenta de la falta de educación a este respecto. Necesitamos que desde los centros escolares se dé más formación e información desde pequeños/as para prevenir cualquier tipo de acoso, enseñándoles a respetar la intimidad de los/as demás y la de ellos/as mismos/as.

 

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