Soy Ana, madre de un maravilloso niño que se ha visto obligado a vivir con la discapacidad. Mi pequeño Lucas, quien nos demuestra que cada día es un desafío y él una bendición que amo con todo mi corazón y del que no cambiaría nada en su forma de ser. 

Sin embargo, hay algo que me preocupa y me duele profundamente. Como madre de un niño con discapacidad, me doy cuenta de que hay algo que falta en la sociedad actual: el ocio inclusivo. Mi hijo no puede jugar como los demás niños. Los parques que existen no están adaptados de forma real. No es suficiente que tengan un columpio adaptado o un tobogán especial. ¿Qué hay de aquellos niños que no pueden sentarse de manera erguida o que necesitan una silla de ruedas? ¿Cómo pueden disfrutar del parque?

Cada vez que voy al parque con mi hijo, siento que estoy cargando con el peso de su discapacidad. Tengo que cargar con él para que pueda jugar. Me siento triste de ver como los niños de su edad interactúan y juegan sin ningún problema. ¿Por qué mi hijo no puede tener la misma experiencia?

La falta de ocio inclusivo me hace sentir impotente y frustrada. Mi hijo tiene el mismo derecho que cualquier otro niño a jugar y disfrutar del parque. Por eso, pido que se construyan parques inclusivos que permitan que los niños con discapacidad puedan ser parte de la sociedad de la misma manera que los demás. Cada niño tiene su propia patología y necesidades, pero no es difícil construir un columpio que tenga un cesto con sujeción o una base para montar la silla de ruedas. Es importante recordar que los niños con discapacidad también necesitan tener sus propias aventuras y sentirse incluidos.

Un día te das cuenta de que la vida está hecha a base de golpes duros... que no todo es tan fácil... que cada obstáculo duele más.... Desde fuera todo se ve de otro color... pero en tu pellejo es un dolor que no se puede explicar. Como madre, siento la necesidad de alzar mi voz por mi hijo y por todos los niños que están en la misma situación. La discapacidad no debe ser un impedimento para disfrutar de la vida. Es hora de que la sociedad se adapte para incluir a todos desde la diversidad.