Me llamo Ana María, resido en Chipiona, Cádiz y tengo un niño de 6 años con TDAH. Notamos síntomas desde que era muy pequeño, tengo otro hijo y yo sabía que las cosas no eran iguales; un claro ejemplo, es que lo ponía boca abajo y no levantaba la cabeza. A raíz  de ahí, lo llevamos al pediatra. Nos dijeron que tenía el perímetro de la cabeza era un poco más pequeño de lo correspondiente a su edad, nos recomendaron hacerle fisioterapia y decidí realizársela en casa, por aquel entonces no podíamos permitírnoslo; poco después había mejorado mucho.

Los problemas volvieron cuando empezó la guardaría, su profesora me dijo que lo llevara a salud mental porque ella veía que algo no iba bien. Allí nos decían que no podían darnos un diagnóstico porque no tenía la madurez, por tanto, perdimos muchas ayudas y terapias a las que podía haber acudido. No nos dieron el diagnóstico definitivo hasta hace tres meses, con casi 6 años de edad. Actualmente, nos encontramos luchando porque nos den el 33% de discapacidad para poder optar a becas y ayudas, sin este certificado, aunque ya tengas un diagnóstico, no tienes derecho a nada.

La etapa escolar trajo más problemas. En infantil me decían que sin un diagnóstico no le pueden mandar a una PT, tiene que estar en clase con los demás y llevar su mismo ritmo, no les vale con un informe que diga que es un posible TEA; no lo mandaron a una PT hasta este año.

Necesitamos visibilidad, voy a contaros una anécdota. Hace unos meses en un centro comercial, pasamos por un pasillo, donde además del barullo de personas y las luces, había una banda tocando; se puso a gritar y a pedir que pararan de tocar el tambor, es un ruido que no soporta. En esta ocasión, ya no pude más y grité delante de 500 personas lo que tenia mi hijo, la gente aú. No es consciente y lo asocian a temas de educación. También necesitamos que implanten más profesores especializados en los centros educativos, pero sobre todo, que aceleren los procesos de diagnóstico, a mi hijo se lo han dado a punto de finalizar atención temprana. Con una sospecha debería ser suficiente para actuar y que estos niños puedan recibir todas las terapias y ayudas que requieren, solo así podrán tener un desarrollo correcto y no perder tanto tiempo esperando un diagnóstico que parece no llegar nunca.