Mi nombre es Ana Meza, soy maquilladora profesional y amante de los animales, es por eso que he orientado mi carrera a utilizar producto libres de crueldad animal, para contruibuir en la causa y para desmitificar algunas creencias.

Actualmente, el 80% de las industrias cosmetológica, farmacéutica, dermatológica y de belleza utilizan el testeo animal, con prácticas que provocan daños irreparables y hasta la muerte para estos. Las especies que más se utilizan para esta cruel práctica son: conejos, monos, ratas, aves y perros, no obstante, en menor medida afecta a otro tipo de seres vivos, esto según datos de Cruelty Free International.

Las pruebas de testeo animal consisten en  inhalación de elementos, goteo de sustancias en los ojos de los animalitos y hasta afeitar su piel para que puedan testear sobre sus pieles, lo que provocan consecuencias en ellos como, por ejemplo, órganos inflamados, narices irritadas, revestimientos del estómago, letargo, problemas respiratorios, piel manchada, salivación extrema y en el peor de los casos, convulsiones y hasta la muerte. 

Actualmente, la ciencia permite que se pueda testear en formas incluso más exactas y eficientes las consecuencias que pueden provocar estas sustancias en humanos, como por ejemplo, las que utiliza la reconocida marca internacional Cruelty Free, The Body Shop, que ocupa réplicas de tejidos humanos, modelación computacional y alternativas validadas como piel humana reconstituida. No obstante, otras marcas ocupan donaciones de órganos a la ciencia y hasta voluntarios.

Las cifras son alarmantes pues en la Unión Europea se utilizan más de 12 millones de animales anualmente para estos fines, lo que representa 137 animales utilizados diariamente para sus experimentos. En 2008 se utilizaron: 649,183 aves, 312, 681 conejos , 24, 199 perros y 10, 449 monos. Los países que cuentan con un mayor índice de animales utilizados para experimentación son: Estados Unidos, Japón, China, Australia, Francia, Reino Unido, Alemania, Canadá, Brasil y Taiwan; y tan solo entre Alemania, Francia y Reino Unido utilizan más del 55% del número total de animales utilizados en todo Europa.

Hoy, solo 39 países de un total de 195, prohíben este método.  En Latinoamérica la situación es la siguiente: Guatemala determinó en 2017 que no se siguieran haciendo pruebas en animales, aunque no se prohibió la importación de productos sí testeados; México aprobó la prohibición en el Senado, pero le queda un trámite pendiente en la Cámara de Diputados; Brasil tiene esta restricción en 26 estados del país, aún se discute un proyecto nacional.

En Chile se ingresó un proyecto de ley al Congreso en el año 2016, pero la iniciativa no se ha movido en más de cuatro años, porque aún está en su primer trámite, es por eso que hoy levanto la pregunta: ¿Por qué el Estado de Chile aún no prohíbe el testeo animal a pesar del avance tecnológico que permite otras formas de hacerlo?

Las y los invitamos a firmar esta campaña, para que desde la Cámara de Diputados nos puedan entregar una respuesta y así avanzar la ley que prohíba el testeo animal en Chile. Necesitamos la participación de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos los apoyos, esta pregunta llegará a los diputados y nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo esta pregunta.