Me llamo Ana y mi madre y yo vivimos en Málaga. Ella hace poco que ha superado un cáncer de mama. Fue el 29 de enero de 2019 cuando mi madre se notó un bulto en el pecho. Entonces, pidió cita a la Seguridad Social para que se lo miraran. Al cabo de poco tiempo la llamaron para darle el diagnóstico. Tenía un tumor en el pecho y era maligno. Este día fuimos unos cuantos los familiares que la acompañamos al Hospital Clínico Virgen de la Victoria. Recordamos el momento de recibir el diagnóstico con angustia e incertidumbre, porque consideramos que la persona encargada de darnos una noticia tan seria y impactante no supo darnos el soporte y acompañamiento que necesitábamos.

Además, a mi madre nunca le dijeron si el tumor que tenía en el pecho era benigno o maligno y tampoco de qué grado o tamaño era. Aun así, la tranquilizaron explicándole que mucha gente se cura de esta enfermedad y asegurando que harían todo lo posible con este objetivo. Y así fue. A mi madre, aunque la incidencia de la Covid-19 iba creciendo, este factor no afectó su tratamiento. Le dijeron que primero tendría que someterse al tratamiento de quimioterapia para reducirle el tumor y después, operarla. Después de la intervención, que fue en julio, pudo empezar las sesiones de radioterapia. Durante esta época había muy poca gente en el hospital y recordamos a todos los trabajadores de la planta con mucha estima.

Actualmente mi madre está fenomenal. Se encuentra muy bien aunque tiene molestias en el brazo y está activa. Hace mucho deporte y se mantiene con la mente fuerte. Hasta junio no tiene otra revisión. Esta es una historia de superación, pero queremos que sirva para reivindicar la necesidad de cuidar la atención psicológica en los hospitales y con más incidencia en temas relacionados con la oncología. Nosotros tuvimos la suerte de encontrar una asociación que nos proporcionó soporte en este sentido, pero desde el hospital no recibimos ningún tipo de apoyo o atención en este sentido. Las informaciones que te dan son muy serias e impactantes y hay que cuidar al enfermo y a quien le rodea.

Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, porque son quienes me representan, y les hago dos preguntas: ¿tenéis la intención de invertir más en el servicio de psicooncología para llegar a todos los pacientes que lo necesitan?, ¿Se podría modificar el protocolo para informar a enfermos de cáncer y a familiares garantizando que se da información detallada de la enfermedad en un primer contacto a la vez que se hace una primera sesión de psicooncología?